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07/11/2001
Portada de hoy

La campaña bélica contra Afganistán

EE.UU. y la Alianza del Norte apuntan a tres frentes antes del invierno

Dificultades y anuncios de avances para los planes del Pentágono. Súmase Italia a las operaciones. Contradictorias versiones de los bandos en pugna. Dice Blair que bombas de racimo son "legales y necesarias"

ISLAMABAD, 7 de noviembre.—Los pilotos norteamericanos y la oposición armada a los talibanes —Alianza del Norte— concentran sus objetivos en tres líneas de frente, y esperan hacerse con el control del norte de Afganistán antes del invierno (boreal) para privar de abastecimiento a la milicia que detenta el poder, implantada principalmente en el sur, señala un despacho de AFP.

Fuentes de los talibanes —indica otro cable de la propia agencia— precisaron que aviones estadounidenses bombardearon este miércoles la ciudad de Mazar. En los últimos días, los aviones estadounidenses atacaron constantemente las líneas de frente de los talibanes en el norte.

Desde hace dos semanas, al parecer, el Pentágono cambió el blanco de sus operaciones militares. Después de las supuestas grandes bases de los talibanes y de las concentraciones urbanas en el sur y este del país, la prioridad se presenta ahora en abrir líneas de abastecimiento desde Uzbekistán y Tayikistán para eventuales operaciones terrestres en la primavera (boreal).

Según los reportes desde el escenario de la contienda, los avances declarados esta semana por la oposición en el terreno, en el sur de Mazar i Sharif, empiezan ahora a tomar cuerpo, pero sacar a los talibanes de la ciudad, calle por calle y casa por casa, aún no está a la orden del día, señala la agencia francesa de prensa.

Los talibanes —que hasta ahora niegan que haya avances de sus oponentes—enviaron a miles de combatientes a Mazar i Sharif, inclusive antes de que comenzaran los ataques norteamericanos, el 7 de octubre. Entre esos refuerzos había muchos árabes, partidarios del principal acusado por los ataques a Nueva York y Washington, Osama bin Laden.

Mazar i Sharif está a unos 60 km al sur de la frontera con Uzbekistán, donde la aviación estadounidense y al menos un millar de hombres estarían desplegados desde los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.

Lograr el control de Mazar i Sharif —dice el despacho de AFP— significaría abrir las carreteras de Uzbekistán, desde donde Moscú podrían enviar la ayuda militar que prometió a la Alianza del Norte.

Taloqan, capital de la provincia de Tajar (noreste), domina además otros ejes de abastecimiento procedentes de Tayikistán. La Alianza del Norte fue expulsada de allí desde hace más de un año.

Bombardeos diarios de B-52 a lo largo de las líneas de frente de la provincia de Tajar sugieren que puede preverse una ofensiva terrestre hacia Taloqan, aun cuando los periodistas de la región no constataron realmente preparativos en ese sentido.

Con las provincias de Balj y Tajar en manos de la oposición, los talibanes se verían atenazados en las otras dos provincias del noreste, Samangan y Kunduz, y serían además vulnerables en el centro del país. Ello —añade la agencia francesa— perjudicaría el ánimo de las tropas talibanes en el resto del país.

Pero el golpe mayor para la coalición anti-talibán sería lograr aniquilar la línea de defensa, a unos 50 km al norte de Kabul.

Entretanto, se supo que el domingo, un nuevo aeropuerto —el de Cherkat, construido con ayuda de Estados Unidos— fue abierto en territorio de la oposición, justo detrás del frente. Esta instalación permite a las fuerzas de la Alianza del Norte abrir una nueva posibilidad de abastecimiento desde las regiones ubicadas al norte de la cadena montañosa del Hundi Kush, desde donde llega la ayuda militar procedente de Tayikistán.

Por ahora, sólo pueden llegar cantidades limitadas de tropas nuevas y municiones por helicóptero o después de un difícil recorrido en camión por el valle del Panshir. La nieve ya bloqueó las carreteras de acceso del sur de Tayikistán.

El jefe de las operaciones militares contra los talibanes, el general Mohammad Qasim Fahim, dijo a la prensa el lunes que sus hombres están "preparados" para la ofensiva hacia la capital. Sin embargo, oficiales de menor rango estimaron que nada de envergadura podría llevarse adelante mientras los ejes para suministro de combustible y municiones no sean abiertos desde el norte.

EL NORTE Y EL SUR DE AFGANISTÁN: DOS CARAS DE LA MONEDA PARA EE.UU.

Los esfuerzos estadounidenses por estimular una revuelta contra el régimen de los talibanes en el sur de Afganistán empezaron mal. Un líder de la oposición fue capturado y ejecutado y otro tuvo que ser extraído por fuerzas estadounidenses, dice un despacho de AP desde Washington.

Las dificultades contrastan con los esfuerzos en el norte, donde la alianza antitalibán dijo que capturó el miércoles un distrito y que avanza hacia la ciudad estratégica de Mazar-i-Sharif.

Pero —añade AP— la muerte el 26 de octubre de Abdul Haq y el rescate el fin de semana pasado de Hamid Karzai ilustran las dificultades de los esfuerzos estadounidenses en el sur, donde la mayoría de los afganos pertenecen al grupo étnico pashtun, el mismo del Talibán.

Simultáneamente, el Pentágono salió al paso de las conjeturas de que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, podría desplazar al comandante de la campaña, general Tommy Franks, quien según afirmó la portavoz del Pentágono Victoria Clarke, "no se va a ningún sitio'', para dar a entender inmediatamente que Rumsfeld está sumamente complacido con la ejecución de la ofensiva en Afganistán.

El secretario de Defensa dijo el martes que Karzai, un jefe tribeño exiliado que había estado en el sur de Afganistán para promover la oposición al Talibán, fue llevado a Paquistán, pero que no fue una misión de rescate; aunque funcionarios del Talibán dijeron que fue recogido por un helicóptero estadounidense durante una batalla.

Por su parte el presidente George W. Bush dijo que los bombardeos a Afganistán han hecho progresos considerables desde que empezaron el 7 de octubre, aunque advirtió nuevamente a los norteamericanos de que no esperen una pronta conclusión.

ITALIA AOPORTARÁ TROPAS

La Cámara Baja del Parlamento italiano, entretanto, según AP, aprobó la participación de 2 700 soldados a la contienda encabezada por Estados Unidos. Se esperaba que el Senado también daría su asentimiento al envío de tropas en el curso del día.

En conversaciones con legisladores antes de la votación, el primer ministro Silvio Berlusconi exhortó a dar "una muestra de solidaridad nacional de todas las fuerzas inspiradas en los ideales constitucionales de libertad y paz''.

En respuesta, la Cámara Baja aprobó el envío de tropas con 513 votos a favor y 35 en contra, en una desusual muestra de bipartidismo. Hubo dos abstenciones.

El contingente italiano incluirá fuerzas aéreas, navales y terrestres. El contingente naval consistirá de un portaaviones, equipado con ocho aviones de caza, dos fragatas y una nave de suministros que estará en el Golfo Pérsico.

Unos 1 000 soldados serían destacados en Afganistán conforme avance la campaña, dijo el ministro de la Defensa Antonio Martino.

BLAIR DEFIENDE UTILIZACIÓN DE BOMBAS DE RACIMO

El primer ministro británico, Anthony Blair, el principal aliado de EE.UU. en los ataques contra Afganistán, defendió este miércoles la utilización de bombas de racimo en aquel país, donde ya fueron empleadas en cinco ocasiones según él.

En un reporte fechado en Londres, la agencia AFP señaló que el premier declaró en la Cámara de los Comunes: "estas armas son legales y necesarias en determinadas circunstancias".

Según su explicación, estas controvertidas bombas fueron lanzadas una vez sobre un campo de entrenamiento de la organización Al Qaida, que dirige Osama bin Laden, y en cuatro ocasiones sobre posiciones talibanes, siempre lejos de zonas civiles.

Blair respondió así a la petición del responsable del Partido Liberal Demócrata, Charles Kennedy, para que presione a Washington con el fin de que suspenda el empleo de este tipo de bombas.

Tales artefactos se abren a ras de suelo y dispersan sin precisión pequeñas municiones que explotan, en teoría, al entrar en contacto con objetivos. Pero los expertos consideran que el 10% de las municiones no explotan inmediatamente y siguen siendo peligrosas durante meses o años para la población civil, agrega el despacho noticioso.

CREEN QUE EL CALOR PODRÍA DELATAR ESCONDITE SUBTERRÁNEO DE BIN LADEN

Desde Nueva York, AFP expone hoy que el presidente George W. Bush prometió "ahumar a los terroristas para sacarlos de sus cuevas", pero en Afganistán el ejército estadounidense intenta hacer exactamente lo contrario, detectando el calor generado en sus refugios, para localizarlos.

Los líderes talibanes y de la organización Al-Qaida utilizan para protegerse de los bombardeos una vasta red de túneles y cuevas heredada de la guerra contra los soviéticos, y que fue modernizada.

Para identificar los escondites subterráneos ocupados, el ejército estadounidense tratará de medir el calor que salga de los orificios que pueda localizar.

"El ejército tiene numerosos equipos con ese fin", explica Antony Fraser-Smith, profesor de geofísica en la universidad de Stanford (California, oeste), "pero el mejor instrumento es el detector infrarrojo, que transforma las radiaciones térmicas, invisibles a simple vista, en imágenes".

Los testimonios de los arrepentidos y las informaciones logradas principalmente de los servicios de inteligencia rusos, señalan la existencia de extensas galerías subterráneas con dormitorios, depósitos, garajes, y sistemas de defensa sofisticados.

Pero todos tienen su talón de Aquiles: el calor. De una gruta vacía escapa aire frío. De una habitada, principalmente si sus ocupantes son numerosos, escapa siempre aire más caliente, más aún si se la calienta para protegerse del frío, se cocina o se enciende un generador para producir electricidad.

El inminente invierno podría incluso facilitar la tarea de los militares estadounidenses.

"Se trata de detectar el humo de combustión de los vehículos, generadores cerca de la entrada de un túnel", agrega Fraser-Smith. "En invierno es más fácil, hay más contraste" entre la temperatura reinante en el exterior y el calor que emana de la boca de esas cuevas y túneles.

El Pentágono —que según diversas fuentes ha aplicado un esquema de bombardeos masivos en un amplio territorio— admitió haber atacado centros subterráneos de los talibanes, principalmente con bombas "anti-bunker" capaces de penetrar la roca o el cemento antes de explotar, pero hay tantos túneles y grutas equipadas en Afganistán que la operación se convierte en "encontrar una aguja en un pajar", conforme a la expresión del secretario de Defensa Donald Rumsfeld.

Según las declaraciones de un "oficial estadounidense de alto rango" citado el martes por el cotidiano The New York Times, el Pentágono tiene "ahora mejor información sobre la ubicación de esas grutas y de lo que hay en su interior. Algunas informaciones provienen de las fuerzas especiales en tierra y otras de desertores".

Por su parte, el contralmirante Thomas Zelibor, comandante de una unidad naval que opera en el mar de Omán, declaró a un periodista del diario The Washington Post que viaja abordo del USS Vinson que sus caza-bombarderos atacan las entradas de los túneles detectados. "Es una red bastante amplia que atacamos lo más sistemáticamente posible", dijo. "En cuanto a saber si logramos bloquear las entradas, no lo sé".

 

07/11/2001

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