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04/11/2001
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Nos enfrentaremos victoriosamente a los efectos de la crisis económica

Explicó el Comandante en Jefe los complejos problemas de la actual situación internacional, la crisis económica mundial y las medidas que aplica nuestro país para proteger su economía y a la población

Mario Jorge Muñoz

Foto: JORGE LUIS GONZALEZUna vez más, el Comandante en Jefe Fidel Castro impregnó confianza y optimismo al país, asegurando que pese a la actual crisis económica internacional se están aplicando medidas bien pensadas para proteger la economía del país, que no afecten a la población.

En una comparecencia pública este viernes desde los estudios de la Televisión Cubana, Fidel subrayó que "la Revolución, con toda la autoridad moral que posee", garantiza que las Casas de Cambio (CADECAS) no serán cerradas y por el contrario, se ofrecerán más facilidades para su utilización; que todos los depósitos, sean en pesos cubanos tradicionales, sean en pesos convertibles, sean en dólares, serán respetados de manera absoluta.

Advirtió además que las tiendas que venden en divisas tampoco serán cerradas; los mercados agropecuarios se mantendrán; el valor del peso cubano se defenderá resueltamente; no se incrementará un solo centavo al precio de los bienes y servicios que hoy recibe el pueblo a precios oficiales, tanto en productos racionados como no racionados.

Explicó que en esta política únicamente podrán variar los precios de los mercados agropecuarios, ya que se rigen por la oferta y la demanda; los de los mercados paralelos, que deben tomar como referencia el comportamiento de los mercados agropecuarios, y siempre por debajo de ellos en dependencia de los recursos con que cuente el país; también continuarán siendo variables los precios de las tiendas en divisas.

Fidel comentó que los precios de los 700 000 televisores chinos que se distribuirán a la población en moneda nacional se regirán por el cambio de 20 pesos por dólar, tal como se ha decidido, con los plazos que se acuerden, sin tasa de interés alguna.

Acerca del impacto en la economía cubana de la actual crisis económica internacional, el líder de la Revolución recordó que el precio del azúcar en el mercado mundial se ha reducido de 9 a 6,53 centavos la libra; el precio del níquel se redujo de 8 640 dólares la tonelada a 4 715 dólares; las ventas de tabaco están disminuyendo en todos los mercados, así como otras exportaciones de bienes y servicios que se estaban desarrollando.

Sobre las consecuencias directas del acto terrorista y la guerra desatada por Estados Unidos contra Afganistán, dijo que el golpe más fuerte ha sido al turismo, un renglón de nuestra economía que marchaba muy bien a pesar de la actual crisis internacional y su implicación en la elevación del precio de los pasajes.

Indicó que hasta el 31 de agosto el país había recibido 
1 304 597 visitantes, lo cual representaba un crecimiento del 8,7 % sobre igual período del año anterior. El número de visitantes que se alojó en instalaciones del sistema de turismo creció el 11,3 %.

Fidel informó que en septiembre pasado el número total de visitantes decreció, en solo 20 días, en 9,9 % respecto a igual mes del año anterior. Se estima que la caída en octubre se elevará al 14 por ciento. Varadero y Ciudad de La Habana, los dos polos turísticos de mayor importancia, han sido los más afectados.

Significó que el país ha visto limitada la obtención de créditos al reducirse los ingresos en divisas. Sin embargo, señaló, existen obligaciones financieras que deben saldarse aunque se reduzcan los ingresos en divisas.

Reflexionó cómo el inicio de la guerra se hizo sentir a su vez en las CADECAS: la oferta de dólares disminuyó y la compra de pesos convertibles se incrementó. Durante 20 días consecutivos, con excepción de tres, el banco suministró más dólares que los que recibió. El saldo desfavorable alcanzó casi 4 millones de dólares.

Fidel explicó que en las CADECAS se opera bajo el principio de la oferta y la demanda. En consecuencia, el peso comenzó a devaluarse. En determinado momento, el cambio alcanzó la cifra de 28 pesos por peso convertible en varias provincias. Hace tres días se estabilizó en alrededor de 26 por peso convertible. El peso, en tales circunstancias, perdió el 18,18 % de su valor.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros llamó a la población a no dejarse llevar por consejos de especuladores o el temor, en momentos en que la situación presione por la devaluación del peso.

Puntualizó que la Revolución ganará también esta batalla contra las consecuencias de la crisis económica internacional, por grave que esta llegue a ser, y el peso se revaluará en cualquier circunstancia.

"Hoy, desde luego, la preocupación principal de nuestro pueblo y de nuestro planeta es que sea preservada la paz, sin la cual el mundo marcharía hacia un fatal abismo. Y por esa paz lucharemos con valentía, honor y dignidad, como lo hemos hecho siempre".

Ante los embates de la crisis económica internacional, Fidel reiteró que los cubanos "nos enfrentaremos victoriosamente. Ningún sacrificio nos intimida, ni siquiera el de la vida. Eso se conoce muy bien.

"Hemos soportado todos los sacrificios durante muchos años. Los que pensaban que la Revolución duraría semanas, hoy admiran nuestra heroica capacidad de resistir y avanzar."

LA CRISIS NO ES CONSECUENCIA DE LA GUERRA

En un detallado análisis, Fidel demostró cómo los síntomas de la evidente recesión económica que en estos momentos afecta a todo el planeta comenzaron a verse hace varios años y son consecuencia del neoliberalismo.

Explicó cómo desde julio de 1997, cuando se anuncia la debacle de los tigres del sudeste asiático, se sucedieron la de Rusia, en 1998; la de Brasil, en enero de 1999; y al final lo inevitable: la crisis llegaba a Estados Unidos; "al principio apenas imperceptiblemente".

Recordó que desde mediados del año 2000 comenzaron a observarse los primeros síntomas y en lo adelante se fueron sucediendo acontecimientos económicos que auguraban la actual recesión.

El líder de la Revolución ofreció un gran número de información en la cual se refleja la disminución de los índices de crecimiento del Producto Interno Bruto de Estados Unidos y de otras "locomotoras" de la economía mundial, entre otros parámetros. Pronósticos, análisis y advertencias que venían siendo señaladas por no pocas instituciones y organismos financieros.

Reiteró que tales sucesos evidencian que la crisis que atraviesa la mayor economía internacional y que también afecta a gran parte de las naciones del planeta, no tiene sus causas en los atentados contra Estados Unidos del pasado 11 de septiembre o en la guerra emprendida contra Afganistán desde el 7 de octubre último, sino en la política neoliberal, incapaz de resolver los actuales problemas del planeta.

Acerca de la actual campaña bélica de Estados Unidos, Fidel manifestó su temor porque "si existió la posibilidad de derrotar al terrorismo sin guerra, mediante la cooperación y el apoyo unánime de toda la comunidad internacional, que diera lugar a medidas verdaderamente eficientes y a la formación de una profunda conciencia moral contra el terrorismo, cada día que pase esa posibilidad se aleje.

"Lo peor —subrayó— sería llegar al punto en que ya no sea posible encontrar una solución por aquella vía, porque veo cada vez con más claridad cuán absurdo e imposible es resolverlo mediante la guerra".

Significó que ahora el mundo se enfrenta a tres peligrosos males: la crisis económica internacional, la guerra y el terrorismo.

Refiriéndose a la histeria desatada en Estados Unidos en torno a las cartas con ántrax, señaló que el gobierno debía actuar en función de acabar con el pánico y la extravagancia que pueden ocasionar mayores males que la propia enfermedad.

En tal sentido informó que a Cuba "también llegan y circulan cartas y tarjetas con polvitos y cosas extrañas; 116 han sido detectadas entre el 15 y el 31 de octubre", de las cuales 25 estaban dirigidas a su persona.

"No hubo sensacionalismo, escándalo, alarma ni pánico alguno. Nadie adquirió medicamentos ni caretas antigases", dijo Fidel, comparando esta situación con lo incomprensible de lo ocurrido con el ántrax en Estados Unidos.

En otra parte de su intervención, puntualizó que "aun cuando una bacteria fuese introducida, no habría producido pánico; todo el mundo sabría qué debe hacer. Lo que con toda seguridad sería muy difícil es que de Cuba salga una carta con virus o bacterías patógenas para otro país".

Subrayó que "así será nuestra cooperación en todos los sentidos con todos los pueblos del mundo. Tanto nuestros médicos y otros especialistas, como nuestros técnicos, nuestros centros de investigación y nuestra modesta experiencia estarán al servicio de la lucha contra el terrorismo biológico y otras formas de terror".

04/11/2001

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