BEIRUT, 29 de octubre (PL).—Israel continuó con su política de doble rasero contra los palestinos, al retirar hoy sus tropas de las ciudades de Belén y Beit Jala, en el sur de Cisjordania, y concentrar más efectivos en torno a las norteñas localidades de Jenin y Tulkarem.

Según radioemisoras árabes, centenares de militares con sus tanques y transportes blindados abandonaron Beit Jala y Belén, luego de una ocupación de 10 días que causó grandes daños a la infraestructura de ambas urbes.

La decisión de replegar las tropas de los dos centros urbanos se acordó la víspera en una reunión del llamado gabinete de seguridad israelí.

Estas ciudades, junto a otras cinco de ese territorio autónomo, fueron invadidas por Tel Aviv el 18 de octubre último, en respuesta al atentado que le costó la vida al ministro de Turismo, Rehavan Zeevi.

Analistas estiman que la verdadera causa de esta retirada es la presión ejercida por Estados Unidos, que busca apoyo entre las naciones musulmanas para continuar sus bombardeos contra Afganistán.

El canciller israelí, Shimon Peres, afirmó que su país no tiene intenciones de permanecer en Cisjordania, pero —aclaró— que solo cuando los palestinos asuman la tranquilidad y la seguridad de esa zona retirarían sus fuerzas.

En ese sentido, el gobierno del primer ministro Ariel Sharon, ordenó incrementar el número de sus tropas en los alrededores de las ciudades de Jenin y Tulkarem.

Numerosos soldados israelíes comenzaron a reforzar los controles militares cerca de esos centros urbanos y varios tanques tomaban posiciones en sus alrededores.