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25/12/2001
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Sobre un artículo del terrorista Bosch en Diario Las Américas

¿Hasta cuándo la impunidad?

NICANOR LEON COTAYO

Precisamente cuando el pueblo de Estados Unidos manifiesta su más enérgico repudio al terrorismo, en Miami un connotado terrorista que allí reside y actúa libremente vuelve a utilizar las páginas de un periódico para tratar de justificar la más bárbara y despreciable fechoría en que participó.

Se trata de Orlando Bosch Avila, uno de los principales autores de la voladura en pleno vuelo de un avión civil cubano donde el 6 de octubre de 1976 perdieron la vida 73 personas, entre ellas 15 integrantes del Equipo Juvenil de Esgrima.

El pasado 14 de octubre, exactamente a 33 días de los repudiables acontecimientos de Nueva York y Washington, Bosch se atrevió a publicar un artículo en Diario Las Américas nada menos que para elogiar la masacre perpetrada 25 años atrás frente a las playas de Barbados.

En su delirio el terrorista apela al tema de Angola, y mezcla con esa conocida asistencia internacionalista de Cuba a las aeromozas y a los jóvenes deportistas que viajaban en el avión donde colocaron los explosivos, al tiempo de señalar a cinco de los pasajeros asesinados como "espías norcoreanos"

Llega a decir que para evitar la deserción de 6 muchachas esgrimistas ganadoras en una competencia regional en Caracas poco antes del sabotaje, "las acompañaban 21 miembros del G-2 o DGI cubano".

¿Cuál es otro de los supuestos pecados atribuidos por Bosch a esas jóvenes como pretexto para haberlas destrozado junto a otros seres humanos en pleno vuelo?

Pues dice en su artículo que una de ellas le dijo entonces a un periodista que dedicaban a Fidel las medallas de oro ganadas, porque el Comandante en Jefe "siempre se ha preocupado mucho de la educación, la medicina y los deportes".

El cinismo de este malhechor se desborda cuando afirma que en Caracas "fui absuelto unánimemente por los tribunales civiles y militares", como todo el mundo sabe en un escandaloso proceso judicial donde predominaron el fango y el dinero.

De manera cobarde ataca al general (R) Elio García Barrios, quien mantuvo una actitud digna en medio de brutales presiones, y por ello, algo no mencionado por Bosch, al estilo de la mafia le acribillaron a balazos a uno de sus hijos y a su chofer.

Lo más significativo es que a lo largo de muchos años, y hasta el presente, un terrorista de alcance internacional se haya desenvuelto sin dificultades y con total apoyo en Estados Unidos.

The New York Times y otras importantes publicaciones norteamericanas han dicho que en 1960 recién llegado de Cuba fue reclutado por la CIA y luego detenido en varias ocasiones por violar leyes de ese país, pero siempre liberado.

Sobre él existe en Estados Unidos un abultado expediente debido a su sostenida participación en acciones terroristas, que incluyen entre otras muchas haber disparado con una bazuka contra un barco polaco en el puerto de Miami, colocación de bombas y asesinatos.

Citado a declarar por uno de sus crímenes, ejecutado cuando estaba sometido a libertad condicional, a mediados de la década del 70 huyó a Chile con la ayuda del régimen de Augusto Pinochet, momento en el que devino prófugo de la justicia norteamericana.

En junio de 1976 y bajo el auspicio de la CIA, Bosch se reunió en República Dominicana con varios grupos subversivos de extrema derecha y crearon, bajo su jefatura, la denominada Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU).

Según dijo en noviembre de aquel año la revista U.S. News and World Report, a partir de entonces se desató una nueva ola de violencia en el Caribe y fuera de este, así como que "el acto más grave de terrorismo ocurrió el 6 de octubre cuando un avión DC-8 de Cubana de Aviación explotó en pleno vuelo causando la muerte a 73 personas".

Catalogado públicamente por el FBI como el terrorista más peligroso de Miami, a fines de la década del 80 luego de llegar procedente de Caracas fue detenido y el Departamento de Justicia norteamericano trató de expulsarlo de Estados Unidos, pero, debido a sus antecedentes, 31 países se negaron a recibirlo.

Por aquellos tiempos correspondió a la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen el papel de convertirse en la más apasionada defensora de la libertad de Bosch, la que logró con la decisiva asistencia de la Fundación Nacional Cubano Americana.

Este protegido de Ros-Lehtinen y de la FNCA escribió a favor de la violencia en El Nuevo Herald, y junto a su socio de fechorías, Luis Posada Carriles, utilizó bondadosos espacios que les brindó el canal 23 de la televisión de Miami para asegurar que no detendrían las acciones terroristas contra Cuba.

Ahora, propinando una nueva bofetada a los pueblos de Cuba y Estados Unidos, desde Diario Las Américas canta loas al terrorismo y en lugar de mostrarse arrepentido por los salvajes hechos de Barbados los justifica y hasta los presenta como una suerte de heroicidad.

¿Hasta cuándo proseguirá libre y con albergue seguro en Estados Unidos este muy conocido y peligroso terrorista? ¿Hasta cuándo seguirá allí como un impune defensor del mismo mal que tanto dolor ha causado a los pueblos cubano y norteamericano entre otros víctimas de sus fechorías?

25/12/2001

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