Médicos cubanos en Ghana

Un pedazo de mar para el aliento

MIGUEL DIAZ NAPOLES

¿Qué distancia hay de aquí a Cuba? ¿Ocho mil, diez mil kilómetros? A mí me parece una eternidad. Y a medida que pasa el tiempo se torna más lejos. ¿O más cerca? Bueno, eso depende de como se mire. Por las vacaciones está más cerca. De todas formas el mar me acerca a mi Isla, desde que llegué aquí. Porque el mar para mí es símbolo de cubanía, y por eso venir aquí me alienta.

José Raúl Domínguez Calderón está inmerso en sus pensamientos frente al Golfo de Guinea, cuyas aguas, siempre violentas, se han convertido en algo así como en las mudas confidentes del especialista cubano de la salud.

Desde que está en Ghana, y ya suman 12 meses, viene frecuentemente a este pedazo de tierra africana junto al mar y los cocoteros para hacer un viaje imaginario hasta la Isla y llegar a Las Tunas, su tierra natal, y se ve en su casa, rodeado de sus hijas y esposa, de compañeros de trabajo en el hospital pediátrico provincial, o en cualquier calle de su querida ciudad.

"En la perspectiva de uno, a mí me parece mucho el tiempo que llevo aquí, trabajando en el hospital regional de Cape Coast, aunque te confieso que me ha servido de manera inestimable esta labor, porque hasta he podido desarrollar un tema de investigación sobre las embarazadas, y eso me proporciona gran satisfaccion."

Pero José Raúl, por su modestia, no habla de su condición de Vanguardia Nacional que comparte con solo otro de los 154 integrantes de la brigada médica cubana en este país del Africa subsariahana, donde los especialistas cubanos han dado un giro positivo a los principales indicadores de salud.

José Raúl, técnico de rayos X, especializado en Ultrasonido, es uno de los que más población atiende en este moderno hospital de Cape Coast, la capital de la región, a unos 200 kilómetros al oeste de Accra, la capital ghanesa y la admiración de sus pacientes crece cada día por el buen trato que les brinda.

Por supuesto que él, al igual que sus compañeros, ha pasado momentos muy difíciles, como no poder atender a alguien porque no tiene dinero, esas son cosas que le chocan constantemente, aunque no pueden hacer nada contra ese precepto.

"Uno viene aquí con la concepción nuestra. Y aunque tú puedes ver que trabajo con modernos equipos, no están al alcance de todos. Entonces uno se esfuerza más para lograr mejores resultados y los alcanza a pesar de esos sinsabores".

Cape Coast es una ciudad bella, que en su zona de playa se parece a Cuba, por sus blancas arenas y sus cocoteros. Y esto "hace que en ocasiones me parezca estar en mi país, y entonces uno se alienta porque está más cerca de lo que verdaderamente ama".

Y vuelve a dar su habitual paseo por la playa, y habla de lo que hará en su período vacacional, antes de regresar por otro año más, recuerda a su familia, y a sus dos luceros que lo esperan allá en el reparto Buena Vista de la ciudad de Las Tunas.