Del 21 de junio al 19 de julio de 1953, un grupo de jóvenes dirigidos por Fidel Castro realizó en la finca Santa Elena, del municipio habanero de Nueva Paz, los últimos y decisivos entrenamientos militares para emprender la heroica acción del 26 de Julio.

Dos hijos de ese pueblo perecieron en el intento de asaltar el Moncada: Manuel Isla y Manolo Rojo, seguidores de los 200 neopacinos que el 8 de febrero de 1896 se integraron a las fuerzas de Máximo Gómez, General en Jefe del Ejército Libertador, y formaron la tropa que con el Regimiento Los Palos terminó la guerra en La Habana en agosto de 1898.

La fundación de Nueva Paz, cuya historia se engrandece con esos hechos patrióticos, se remonta al 24 de enero de 1802, cuando Don Joaquín de Santa Cruz y Cárdenas, Conde de Mompox  y Jaruco, estableció ese poblado con 13 casas de mampostería y tejas, agrupadas en dos manzanas.

Allí fueron ubicadas varias familias del barrio de Jesús María, de la ciudad de La Habana, que perdieron sus hogares en un gran incendio. Adoptó entonces su apelativo actual, en honor a Manuel Godoy, primer ministro de la Corona española, llamado Príncipe de la Paz.

Una agricultura de subsistencia fue su actividad económica, que a partir de 1861 comenzó a diversificarse con el cultivo de viandas, hortalizas y frutas, y mantenía la ganadería, rama practicada desde la colonización de la zona en 1552, para el sacrificio de reses y el abastecimiento de cuero y tasajo a los barcos de los colonizadores y posteriormente de los bucaneros y piratas.

Hasta nuestros días, su quehacer económico siguen siendo los cultivos varios y la ganadería, en la Granja Pecuaria Sureste, a lo cual se suman la industria azucarera con el complejo agroindustrial Manuel Isla, la avicultura, la apicultura, el moderno combinado cárnico La Española y una planta elaboradora de condimentos.

Respecto a su producción agrícola cuenta con Los Pinos Nuevos, uno de los mejores viveros de frutales y plantas ornamentales de la provincia de La Habana, y figura en la avanzada en la agricultura urbana al lograr el municipio la calificación de bien, otorgada por el Grupo Nacional de la especialidad.

El territorio posee 33 instalaciones educacionales que abarcan desde el círculo infantil hasta el preuniversitario, e incluso una escuela especial, otra de superación para jóvenes sin empleo y una Facultad Obrero-Campesina, y todos los niños de cero a cinco años están incorporados a las vías no formales de educación preescolar.

La favorable economía local se refleja en el superávit en la ejecución del presupuesto durante 11 años consecutivos, lo cual expresa un estricto control de los ingresos y los gastos y en el cumplimiento del plan de producción mercantil.

En la Salud, cuentan con 30 consultorios del médico de la familia, policlínico principal de urgencia, estomatólogos y un positivo estado epidemiológico.

En la esfera cultural, Nueva Paz desarrolla el trabajo comunitario, y cuenta con Galería de Arte, Biblioteca, Casa de Cultura y tres cinematógrafos.

Con la Revolución, aquel pueblecito sustentado en una precaria economía de subsistencia, experimentó cambios significativos en todas las esferas y con el esfuerzo de sus hijos se enrumba hacia un futuro de progreso por el camino que abrieron los hombres, quienes en 1953 se entrenaron en Santa Elena para legar a la Patria su definitiva independencia.

Tales son algunos de los avales históricos de Nueva Paz, la sede este sábado de la Tribuna abierta de la Revolución, donde Cuba hará valer de nuevo sus criterios contra la guerra y contra el terrorismo. (AIN)