La denuncia va dirigida contra las incursiones ilegítimas de las tropas de Tel Aviv en los territorios autónomos palestinos y su ocupación ilegal, y por la fuerza, de zonas controladas por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

La condena destaca que el mundo árabe siente un gran descontento por el silencio de la comunidad mundial ante estos crímenes, y la incapacidad imperante en el planeta para obligar a Israel a tener un conducta más responsable y respetuosa hacia las leyes internacionales.

El documento exhorta a todo el globo terráqueo a lanzar una gran campaña contra la política agresiva del gobierno de Tel Aviv, e insta al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar de inmediato las medidas pertinentes para poner fin a los excesos israelíes contra los palestinos.

En el curso de esta semana, el ejército de Israel ocupó por la fuerza seis poblaciones controladas por la ANP en Cisjordania, en las cuales el fuego de los ocupantes provocó la muerte de más de 30 palestinos, bajo el pretexto de vengar la muerte del ministro de Turismo Rehavem Zeevi.

El titular de la referida cartera era partidario de la línea dura contra los palestinos y de la proliferación de las colonias judías en Gaza y Cisjordania.

De la muerte de Zeevi, el pasado día 17, se responsabilizó un comando del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), cuya entrega reclamó el gobierno israelí a la ANP, que negó cualquier obligación en tal sentido y rechazó un ultimátum de la administración del primer ministro Ariel Sharon.

En respuesta, el ejército israelí ocupó seis poblaciones cisjordanas y hoy condicionó la retirada gradual de sus efectivos a una calma total, que implica el cese de las actividades de la resistencia palestina contra los ocupantes.

Al respecto, portavoces de sectores de izquierda, como el Partido Comunista de Israel, consideran los condicionamientos una estratagema de las autoridades para dejar abierta una puerta que les permita hacer uso libremente de métodos violentos, entre ellos la ocupación de zonas controladas por la ANP en Gaza y Cisjordania.