Ley antiterrorista reduce libertades civiles de norteamericanos

WASHINGTON, 25 de octubre.—A menos de 24 horas de tener en su poder el instrumento legal que reduce las libertades civiles y prácticamente anula la privacidad de los estadounidenses, el fiscal general John Asheroft adelantó el plan de lo que denominó la nueva era contra el terrorismo, reportó PL.

El Procurador prometió lanzar una ofensiva de allanamiento de comunicaciones y revisiones de cuentas bancarias "tan pronto como el presidente (George W. Bush) rubrique este viernes la Ley Antiterrorismo, actualmente en proceso de aprobación en el Senado.

Asheroft aseguró que cursará órdenes a las 58 oficinas del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y a otras 40 agencias del gobierno para que cumplan al pie de la letra las disposiciones comprendidas en la resolución, que ayer pasó sin contratiempo su primera votación en la Cámara de Representantes.

"La vigilancia es el objetivo principal", expresó el Procurador federal, para quien los nuevos poderes concedidos a dichas entidades son la punta de lanza del espionaje masivo del que será víctima la ciudadanía norteamericana.

Líneas telefónicas, máquinas contes-tadoras y equipos de mensajes orales serán el plato fuerte del trabajo de los agentes del FBI y otras fuerzas policiales y de investigación en virtud de la legislación, cuya versión final necesitó de mediadores entre republicanos y demócratas.

Unas 1 000 personas fueron a parar a centros de detención, gran parte aun permanecen retenidas, desde que el FBI se lanzó a la caza de los responsables de los atentados del 11 de septiembre pasado.

Lo que Ashcroft calificó de ley balanceada es, para activistas de los derechos civiles, una flagrante violación de la individualidad.

Incluso algunos congresistas de los 68 que no respaldaron la ley en la Cámara Baja, destacaron la contradicción que establece con la libertad ciudadana que Estados Unidos dice tener como logro exclusivo.