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Aguirre, enfant terrible ISABELLE HERNANDEZ Si en los años sesenta Leo Brouwer fue considerado el enfant terrible de la música cubana, más exactamente de la vanguardia; en nuestros días, y desde hace ya unos años, tal calificativo se ha apoderado de Louis Aguirre. El nuevo enfant se alza en su Camagüey natal con múltiple proyección de instrumentista, compositor, pedagogo y director de orquesta, además de promotor y organizador de eventos y encuentros dedicados a la música contemporánea.
Al frente de la Sinfónica de Camagüey, Louis ha logrado congeniar y desarrollar, no sin hartas dificultades, el trabajo de conducción. Su presencia ahora en La Habana, en calidad de director invitado a la OSN, forja la expectativa de ver y escuchar un concierto inusual. En primer término, por ser otro el director que guía a la orquesta y luego, por presentar un programa lo suficientemente atractivo, en especial la inclusión de cuatro obras cubanas del siglo XX (Tres ricercari, de José Ardévol, Sinfonietta, de José Loyola, In memoriam, de Harold Gramatges y Tres pequeños poemas, de Amadeo Roldán) además de la obertura de la ópera Los maestros cantores de Nuremberg, de Wagner. La cita es mañana domingo a
las 5:00 p.m. en el teatro Amadeo Roldán, como parte de los festejos del
Día de la Cultura Cubana. Esperemos que la OSN continúe con estos
renovados aires. Por el momento, mucha atención siguiendo los pasos de
este joven director que se abre al panorama nacional de la dirección
orquestal. |
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