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Lectura y cultura de Paz Yaimara González Gastelúa ¿Cómo leer el actual y complejo siglo XXI? El Congreso Lectura 2001: Para leer el XXI, puede tener la respuesta que necesitamos escuchar. Desde el 16 hasta el 20 de octubre sesionará en el Hotel Habana Libre, esta reunión que agrupa a unos cien académicos de América Latina, Europa, Estados Unidos y Canadá.
Dedicado este año al 110 aniversario de la publicación del Ensayo Nuestra América, de José Martí, y al vigésimo octavo Congreso de la IBBY, el acto de apertura contó con importantes intervenciones, todas aunadas en lograr un entendimiento de la paz mundial, "en un siglo del que ya vamos andando de manera dolorosa y esperanzada", según dijera la Dra. María Elvira Charría, Jefa del Programa de Lectura del Centro Regional para el fomento del Libro en América Latina y el Caribe. Hubo más de un pronunciamiento, acerca de la necesidad de paz, de la protección y la educación de los niños, del papel que juegan los adultos en fomentar bienestar moral, físico y espiritual a la infancia y hasta del mutuo amor. Emilia Gallego Alfonso, Presidenta del Comité Cubano del IBBY y del Comité Organizador del Congreso, brindó una estremecedora conferencia, donde abarcó los temas de la lectura vinculada a la paz. Concienzudamente hizo hincapié en los antipacíficos problemas actuales, para después referirse al ensayo Nuestra América de José Martí, el cual fue obsequiado a todos los participantes, tomando como ejemplo la frase "cree el aldeano vanidoso que su aldea es el mundo", remarcando la idea de que "el mundo es el mundo de todos" por tanto se hacen necesarias la comprensión, el uso del raciocinio en función de la pacificación y la instauración en el mundo de un código de justas convicciones donde los valores humanos aparezcan muy por encima del odio y todo lo que este sentimiento desencadena. En días en que la imagen va
desplazando cada vez más a la palabra y las sociedades se tornan
totalmente carentes de afecto y comprensión, el libro como búsqueda de
un mundial entendimiento a favor de la paz, debe ocupar un conspicuo
espacio donde, principalmente los niños, se reflejen y actúen según los
buenos pensamientos plasmados por los muchos intelectuales que todavía
están del lado de la cordura y el sosiego. |
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