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Imágenes de ida y vuelta
Un Salón Nacional de
Fotografía que se abre y una exposición al alcance de los neoyorquinos
Pedro de la Hoz
A pocas horas de la
inauguración del II Salón Nacional de Fotografía, que se extenderá
desde hoy hasta el 31 de este mes en la Fototeca de Cuba, el Museo
Nacional y las galerías de 23 y 10 y La Acacia, resulta significativo el
peso de la inserción de las imágenes de la Isla en un circuito tan
competitivo como el de Nueva York, donde al cabo de un mes se ha hecho
sentir la presencia de seis maestros en el Cuban Art Space de esa
megalópolis.
Un clásico de Osvaldo
Salas: su retrato del Che.
Bajo el título Epic
Photography of the Cuban Revolution
(Fotografía épica de la Revolución Cubana), la obra de Alberto Korda,
Raúl Corrales, Ernesto Fernández, Liborio Noval, Osvaldo y Roberto Salas
cumplió las expectativas de los organizadores de la muestra: los
visitantes a la galería auspiciada por el Centro de Estudios Cubanos, que
promueve Sandra Levinson, expresaron admiración por el elevado nivel
estético con que allí se plasman protagonistas y acciones de una saga
inquietante y singular, sujeta la mayoría de las veces a versiones
estereotipada por los medios norteamericanos de difusión. No pocos se han
sentido sobrecogidos por una muestra en la que, lejos de los términos de
la propaganda, el proceso revolucionario se refleja en sus más
sustanciosas aristas humanas y en su más acendradas vocaciones de
emancipación y resistencia.
De manera particular se han
destacado los perfiles de los artistas: el recién desaparecido Korda como
el autor de una de las instantáneas más difundidas del siglo XX, la del
Che Guevara; Raúl Corrales, en su condición de consistente cronista de
los primeros años de la Revolución; Osvaldo Salas, por la artisticidad
con que supo captar los ángulos más inusitados de los protagonistas de
la gesta; Roberto Salas, por su capacidad siempre innovadora; Ernesto
Fernández, por el inapreciable legado testimonial sobre Playa Girón y la
Crisis de Octubre; y Liborio Noval, por su iconografía fidelista y haber
unido al trabajo de fotorreportero a lo largo de 36 años en Granma una
concepción compositiva relevante.
Al calor de la exposición se
programaron actos de honda recepción pública, entre los que se hallaron
un homenaje a Korda, con disertaciones del fotógrafo cubano José Antonio
Figueroa, el curador Tim Wride y el fotógrafo Burt Glinn, y una lectura
del poeta Pablo Armando Fernández.
De vuelta al II Salón
Nacional de Fotografía, mañana sábado se rendirá una jornada
relevante: a las 3:00 p.m., quedará abierta en la galería La Acacia, una
antología de Joaquín Blez, ese precursor del arte de la imagen,
redescubierto por sus desnudos y paisajes; y a las 6:00 p.m., en el Museo
Nacional (Palacio de Bellas Artes), una retrospectiva de Korda.
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