 Se
juega la paz última carta en sur desmilitarizado de Colombia
LOS POZOS, COLOMBIA, 4 de octubre (PL).—El
gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se
dieron cita hoy en esta localidad en un último intento de hallar el
oxígeno necesario para mantener con vida el proceso de diálogo.
Luego de dos días de intercambios con
negociadores de la guerrilla, el Alto Comisionado de Paz, Camilo Gómez,
procuró un encuentro con el máximo jefe del movimiento insurgente,
Manuel Marulanda, con el propósito de impulsar una fórmula que impida la
ruptura fatal de las conversaciones.
La reunión aislada a los medios de prensa
a sólo cuatro días de expirar la vigencia de esta zona desmilitarizada
es crucial para el presidente Andrés Pastrana, quien, ubicado entre dos
fuegos, debe decidir si prorrogarla o dar sepultura a los esfuerzos
políticos.
El gobierno pretende poner nuevas
condiciones a la continuidad del área especial de 42 mil kilómetros
cuadrados como una carta a presentar a los sectores de derecha y
castrenses opuestos a los diálogos con las FARC.
Sin embargo, la organización rebelde dejó
en claro la negativa categórica a eventuales cambios en las reglas de
juego y exigió como instrumentos válidos a la negociación la agenda
común de paz, las iniciativas de tregua y las recomendaciones de la
comisión de notables dirigidas a disminuir la intensidad del conflicto.
La tensión en toda Colombia es extrema
ante las presiones de los altos mandos en procura de una orden
presidencial para recuperar esta área bajo control guerrillero, todo con
el pretexto de responder a la muerte de la ex ministra de cultura Consuelo
Araujo.
Según las FARC, Araujo murió por la
actitud irresponsable del ejército de atacar al comando que la mantenía
retenida en busca de dar la imagen de una institución castrense
victoriosa.
Los resultados del encuentro del Alto
Comisionado con el jefe insurgente sólo serían dados a conocer después
de las respectivas consultas en medio del suspenso generalizado por los
vientos de guerra impulsados por la derecha política y los paramilitares.
El presidente Pastrana dijo hace unas horas
que tomará la decisión en torno a los diálogos de paz de manera serena,
con cabeza fría, pero con pulso firme, enviando una mezcla de mensajes
que contribuyen a la incertidumbre.
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