Festival de Música

Michaels y Cervantes, voz y piano de Norteamérica

Pedro de la Hoz

Reencontrarse con la soprano Patrice Michaels y la pianista Ana Cervantes, ambas procedentes de Estados Unidos pero con una acendrada vocación latinoamericanista —la Cervantes muestra legítimo orgullo por su "mitad" mexicana— puede convertirse para los melómanos cubanos en uno de los momentos más singulares del XVI Festival de La Habana de Música Contemporánea, de la UNEAC. Ello sucederá este jueves, a las 6:00 p.m., en la sala Caturla, del teatro Amadeo Roldán, escenario en el que protagonizarán un recital titulado Fuego en la sangre.

Ana Cervantes, pianista.

Según la crítica, la Michaels "es comparable por su diafanidad cristalina, su ductilidad y el vibrato a Dawn Upshaw" (American Record Guide) y "posee un talento supremo para la interpretación de la música vocal norteamericana" (Fanfare). Entre sus credenciales exhibe la grabación de ocho discos, uno de ellos particularmente notable, puesto que se trata de La pasión según San Mateo, de Bach, con la Sinfónica de Chicago, conducida por Sir George Solti.

Quien haya escuchado a la Cervantes en la serie de danzas del hispano-cubano Joaquín Nin, o en la ejecución de música de maestros mexicanos contemporáneos, se dará cuenta del excepcional temperamento de la intérprete. Fue decisiva en su formación la obtención de la beca Fullbright-García Robles para el estudio del repertorio mexicano actual.

Patrice Michaels, soprano.

En el recital de hoy, entre otros autores, asumirán piezas de los norteamericanos John Musto, Robert Carl y Lee Heiby, y de los mexicanos Lila Vázquez, Federico Ibarra y Georgina Derbez.

El viernes, a la misma hora y espacio, comparecerá nuevamente la Cervantes junto al clarinetista español Joan Pérez Gil. Será una buena oportunidad para conocer de primera mano la obra del norteamericano John Corigliano, Pullitzer de Música en el 2000, de la venezolana Diana Arismendi, que ha desarrollado una intensa carrera en Europa y Norteamérica, y del maestro mexicano Mario Lavista, uno de los más completos autores herederos de la modernidad fecundada por Chávez y Revueltas.