Guerrilla y gobierno inician búsqueda de cese del fuego en Colombia

LOS POZOS, Colombia, 21 de septiembre (PL).— Negociadores del gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tomaron hoy camino largo y escabroso de la búsqueda de un pacto hacia el eventual cese del fuego y de hostilidades.

Superado el suspenso en torno al futuro de los diálogos, con la virtual decisión presidencial de prorrogar la zona desmilitarizada, las partes beligerantes reiniciaron los intercambios para encontrar la fórmula mágica de una probable tregua que facilite mayores avances en procura de la paz.

Las reuniones comenzaron en esta localidad del área especial bajo control de las FARC en medio de hermetismo ante el compromiso conjunto de discreción y lejanía de los medios informativos.

Los delegados del mandatario Andrés Pastrana y del comandante insurgente Manuel Marulanda dispusieron un calendario de citas semanales con el propósito de examinar las iniciativas respectivas sobre cómo silenciar los fusiles.

El sendero hacia la hipotética tregua tiene elementos de complejidad como son las abismales diferencias entre las propuestas oficial y guerrillera de un escenario sin el ruido de las bombas y los aviones.

De acuerdo con la variante gubernamental, las FARC deben concentrar a todas sus unidades con casi 20 mil hombres en un territorio determinado y poner coto a las retenciones y el cobro de la denominada ley 02 o impuesto de guerra establecido para los ciudadanos con activos de más de un millón de dólares.

El movimiento insurgente, por su parte, rechaza en categórico la concentración de sus frentes basado en capítulos recientes de la historia cuando en medio de conversaciones el ejército lanzó ofensiva contra sus principales campamentos.

Asimismo, la cúpula rebelde entiende como hostilidades de parte del establecimiento la política neoliberal, el desempleo, la falta de atención médica y de educación.

 

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