La III Bienal y el V Simposio Internacional
de Oralidad se inauguraron en esta ciudad, como un espacio cultural para
unir voluntades en favor de la amistad entre los pueblos del mundo.
En el evento, cuenteros, actores, poetas,
escritores investigadores y periodistas de España, Argentina, Estados
Unidos, Venezuela y Cuba debatirán hasta el próximo domingo la
creatividad del hombre en la preservación de obras de la literatura
universal y popular por medio de la narración.
Rodolfo Vaillant, presidente de la filial
santiaguera de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba,
señaló que la cita es un encuentro de amor por el arte y la cultura para
mejorar el nivel de vida de los pueblos.
Destacó que la presencia de intelectuales
de varias naciones en la bienal y el simposio constituyen un gesto de
solidaridad con los cubanos enfrascados en la preservación de su
identidad nacional.
En la primera jornada del foro el grupo
Calibán Teatro llevó a las tablas de la sala Van Troi la obra Jacques
Hippolite y su tambor, con dirección general de Nora Hanse, y el patio
colonial de la UNEAC fue sede de la peña Mojar la Palabra con la descarga
de narradores y trovadores cubanos y extranjeros.
El simposio iniciará sus actividades el
martes con el análisis de las ponencias sobre la tradición oral e
identidad cultural, las narraciones de cuentos como espacio de recreación
en la escuela rural, y oralidad y comunicación.
La Bienal se caracterizará por la
programación dirigida a niños y adultos en sitios como la casa natal del
poeta José María Heredia, la sala café Teatro Macuba, Biblioteca Elvira
Cape, círculo infantil Danilo Lozada, Museo de la Lucha Clandestina y el
Centro Cultural Africano Fernando Ortiz.
El comité organizador entregará por
primera vez a un cuentero destacado el premio No Pompa, símbolo de un
personaje de la cultura popular santiaguera.
La Oralidad la definen sus estudiosos como
la forma de transmitir en una sociedad las tradiciones artísticas y
literarias de una generación a otra con el uso de la palabra.