Caracas, 29 de junio (PL).—La comparecencia
radiotelevisada del presidente venezolano, Hugo Chávez, concluida esta
madrugada, develó con todo tipo de pruebas lo que calificó como una
conjura internacional contra su país.
El caso de Vladimiro Montesinos, detenido en eficaz
operación policial por la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) local,
sirvió para revelar la participación de elementos venezolanos y
funcionarios peruanos en un verdadero complot destinado a aislar
internacionalmente a Venezuela.
La oportuna llegada de una rectificación del Buró
Federal de Investigaciones (FBI), en la que intervino, según Chávez,
"la más alta autoridad de Estados Unidos, "el number one"
demostró que sólo Venezuela capturó a Montesinos y terminó de
descalificar la campaña urdida contra su gobierno.
El presidente demostró varias cosas con
documentos, fotos y antecedentes de las personas implicadas, entre ellas
la actitud "non sancta" del ministro del Interior peruano,
Antonio Ketin, y de la policía de ese país, durante el proceso de
localización de Montesinos.
Para cualquier espectador imparcial resultó
sorprendente conocer que el ministro Ketin intentó entrar
clandestinamente a Venezuela para, basándose en pistas que resultaron
después falsas, detener a Montesinos y sacarlo del país, sin dar
conocimiento al gobierno venezolano, subrayó