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Hacia CUBADISCO 2001
El turno de los productores
Pedro de la Hoz
No se le ha dado todavía entre
nosotros, ni a nivel institucional ni a escala social, el lugar jerárquico que merece el
productor en la industria discográfica CUBADISCO, al incluir esa categoría en sus
premiaciones, ha dado un paso importante, de cara a la nueva edición internacional de la
feria, que tendrá lugar en La Habana entre el 16 y el 20 de mayo próximos.
Detrás del rostro visible mejor sería decir
audible de una orquesta o un solista, el productor sostiene sobre sí el peso de la
factura artística del fonograma. A diferencia de las funciones que ejercen sus colegas en
el cine, la televisión y las artes escénicas encargados de diseñar el proceso de
elaboración del producto artístico y garantizar la logística para ello, el
productor discográfico asume además labores artísticas directas que van desde la
definición de repertorio, la selección del talento complementario, la pertinencia de las
orquestaciones, la secuencia de las obras seleccionadas, la supervisión de la grabación
y la masterización y la presentación final del producto.
En el mundo del disco se cuentan productores de muy
diversa fama, desde los que imponen un estilo, fabrican una moda y se prestan al juego de
las más espurias manipulaciones hasta los que se comprometen con la autenticidad
artística de cada proyecto. Los que conjugan seriedad y éxito poseen generalmente
sólidos conocimientos musicales y han desarrollado un sexto sentido para olfatear la
grandeza de una propuesta. A veces son los propios autores del disco, y ello está siendo
algo frecuente en nuestro medio.
Sobre la necesidad de sostener a toda costa, a
contrapelo de las veleidosas exigencias del mercado, le escuché decir a David Foster, uno
de los más prestigiosos productores discográficos contemporáneos: "Tienes que
creer en lo que haces y convencer al artista, por muy estrella que se sienta, de que lo
que le sugieres es conveniente para él. Lo otro es conocer muy bien las posibilidades de
cada estudio, no dejarte obnubilar por la técnica, ni los avances informáticos, sino
saber cómo cada novedad puede traducirse en arte". Hablo del Hombre del Año en el
MIDEM 2001, de alguien que ha cosechado cuarenta nominaciones y catorce premios Grammy y
que tuvo que ver con la consolidación de Earth, Wind & Fire en 1979 y de Celine Dion
en 1994 y a quien se le ocurrió la idea de hacer coincidir a Natalie Cole con su padre,
Nat King Cole en Unforgettable.
Nuestra industria fonográfica ha ido desarrollando
callada pero incesantemente la profesionalidad del productor, y tendrá que hacerlo de
manera mucho más acelerada para responder a las exigencias de una política cultural que
apuesta por explotar intensiva y responsablemente la riqueza musical de la Isla en el
campo internacional. Una misión tan importante como la que le ha planteado la máxima
dirección del país al Ministerio de Cultura respecto a la necesidad de multiplicar la
exportación de música cubana, lo cual pasa en buena medida por el soporte discográfico,
requiere de una especialización superlativa en el campo de producción ejecutiva de los
proyectos fonográficos.
PRODUCTORES NOMINADOS AL
PREMIO CUBADISCO 2001
Bobby Carcassés, Jazz timbero (Tumi); Juan
Manuel Ceruto, A Puerto Padre (Unicornio); José Manuel García, Corona canta a
Corona (EGREM); Marta Valdés y Sergio Vitier, Nuestra canción (Unicornio);
Jaime Stinus, Para no pensar (Unicornio); Ana Lourdes Martínez y René Baños, Cambio
de tiempo (Unicornio), Cary Diez y Joaquín Betancourt. La rumba soy yo (Bis
Music); y Juan Manuel Ceruto, Joaquín Betancourt e Issac Delgado, Malecón (Bis
Music)
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