ARNALDO SANTOS

Los cultivadores del plátano de La Habana cuyos sembrados han sido víctimas muchas veces de la furia de los elementos, retoman hoy el camino de los fuertes productores y consolidan el ascenso.

Ser proclamados los mejores del país en los diferentes indicadores que se miden, entre ellos el volumen de lo producido, el crecimiento sobre la campaña precedente y los rendimientos, evidencian el avance de un programa que concede importancia capital a la aplicación de la ciencia y la técnica.

Completan la relación de las cinco provincias más destacadas en la producción del plátano, por su orden, Ciego de Avila, Holguín, Camagüey y Sancti Spíritus. Esta evaluación del Ministerio de la Agricultura y el Sindicato de Trabajadores Agropecuarios, entregó estímulos individuales y colectivos.

Tres de ellos fueron para la granja Chutines, de Guantánamo (10 000 qq por caballería en plátano burro CEMSA); la CPA Congreso Campesino, de Holguín (17 300 qq/cab) y la CCS Nicomedes Corbo, de Quivicán, en La Habana (16 946 qq/cab).

Lo que falta por hacer se demuestra en esta comparación
de la mejor provincia: mientras la Empresa de Cultivos Varios de Alquízar obtuvo, en el año que se analiza, rendimientos de 10 280 quintales por caballería, la de Artemisa, no sobrepasó los 5 000.

En el círculo social de la textilera Ariguanabo, en La Habana, representantes de los plataneros de todo el país examinaron lo realizado en el 2000, los planes en marcha y se trató de hallarles respuesta a interrogantes como estas: ¿Por qué el 32% de las áreas bajo riego tienen rendimientos inferiores a los 4 000 quintales por caballería? ¿Por qué solo el 5% de las áreas favorecidas por el riego superan los 15 000 quintales por caballería?

Algunos especialistas dijeron que esto ocurre cuando no se aplica un plan de reposición que responda a una demolición anual del 20% del área existente y mayor cuando sucede como ahora, que los campos con menos de 4 000 quintales/cab llegan al 32%.

Estos y muchos otros temas fueron ampliamente debatidos en una plenaria técnico-emulativa que sirvió para demostrar que la prioridad de este cultivo en algunas provincias no va más allá de las palabras.

Pedro Sáez Montejo, primer secretario del Partido en La Habana, dialogó con los integrantes de la bien llamada "familia platanera" acerca de la necesidad de fortalecer el accionar en esta fundamental vianda disponible los 12 meses del año.

Dijo que no obstante haber sido su provincia la mejor, aún tiene reservas por aprovechar y lo demuestra que hay tres UBPC con rendimientos entre 10 100 y 15 100 qq/cab y otras que no rebasan siquiera los 5 000.

Se refirió a la estrategia seguida por La Habana de llevar el plátano a todas las entidades, desde Artemisa hasta Nueva Paz, para evitar que el paso de cualquier fenómeno atmosférico por determinada zona nos deje casi en cero.

Estimó que era acertada la decisión de acelerar el programa de electrificación de las áreas actuales, perfeccionar e implantar mecanismos de estimulación y motivación que conviertan al hombre, como lo que es, en el centro de todo el proceso productivo y de comercialización y desarrollar al máximo las investigaciones.

Manifestó que el plátano es una vianda básica que la familia siempre recibe bien y nuestro deber es garantizarla todo el año, y para eso trabajamos.