 Siembra de
        caña 
        A la mitad del camino
        Muy comprometido el plan del año
        cuando ya desarrolla su octavo mes 
          
        Juan Varela Pérez
         La siembra de caña llegó muy comprometida
        a su octavo mes. Las casi 13 500 caballerías que se
        acumulan equivalen a la mitad del plan del año que ha
        tenido no pocos tropiezos y dificultades en su
        desarrollo. 
        Por diferentes causas, el ritmo
        diario que se logra es inferior a las más de 90
        caballerías-promedio que hacen falta para restarles a
        los atrasos y mover en dirección favorable el programa
        de las 27 099 caballerías. 
        La magnitud de los compromisos y la
        desventaja que arrastran colocan a Villa Clara, Ciego de
        Avila, Camagüey y Las Tunas en posiciones en extremo
        incómodas y obligadas a sacarle el máximo de provecho
        allí donde haya tierras surcadas y húmedas y, por
        supuesto, la posibilidad de sembrar y no perder. 
        La falta de lluvia impide una
        acción en grande de los sembradores en la porción
        oriental y en zonas del occidente y centro, aunque en
        cuantía menor. Antier, por ejemplo, el dispositivo
        existente entre Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de
        Cuba y Guantánamo apenas pudo sellar 10 caballerías y
        la mejor en el día fue Camagüey con apenas 9. 
        A partir de la zafra del 2000 se
        cortarán las cepas que se conforman en el actual
        período. Es la continuidad que requiere la ofensiva en
        marcha para reemplazar los cañaverales de pobres
        rendimientos. 
        Por tanto el cumplimiento, sin
        altos en el camino, del plan del año es cuestión de
        vida o muerte para los cañero-azucareros e
        imprescindible, además, repetir 3 ó 4 veces
        siembras en el entorno de las 27 000 caballerías. 
        No sería justo culpar a la poca
        humedad por todo lo dejado de hacer. No siempre se les
        supo sacar ventaja a las condiciones favorables que, en
        determinados momentos, se crearon en no pocas unidades a
        partir de frecuentes y buenos aguaceros. Es evidente que
        los mecanismos organizativos no respondieron con tiempo y
        premura. 
        Hoy, por ejemplo, en el surque no
        se le gana posiciones a la sequía. Quedan aún más de
        10 000 caballerías por recibir el pase final del
        implemento que las deje listas para recibir las semillas. 
        Tienen pendientes más de 1 000
        caballerías cada una, Villa Clara, Ciego de Avila,
        Camagüey y Holguín. 
        Lo aconsejable en este agosto es
        acelerar el surcaje y poner maquinaria y recursos en
        función de esa labor para cuando aparezcan las lluvias
        queden abiertos todos los frentes de siembra. 
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