 La Habana
El Partido controla y dirige no
administra ni suplanta funciones
Afirmó Pedro Sáez ante
representantes de entidades de la agricultura habanera

Héctor Miranda Pérez
LA HABANA.-El Partido tiene que
controlar y dirigir, pero no puede administrar ni
suplantar funciones, dijo Pedro Sáez, miembro del Buró
Político y primer secretario del Partido en el
territorio, en reunión con los consejos de dirección de
las empresas, presidentes y administradores de las CPA,
CCS, UBPC y granjes estatales de la Agricultura en la
provincia.
En el encuentro se insistió en el
papel a desempeñar por el Partido desde la base, para
enfrentar y resolver los problemas y evitar el amiguismo
y el paternalismo.
El Secretario del Partido tiene que
ser el más capaz y no una figura decorativa. Debe
controlar cada uno de los cuadros administrativos de su
centro de trabajo y no permitir que nadie asuma cargos de
dirección violando los principios de la política de
cuadros del Estado, enfatizó Sáez.
Este modo de intercambio se ha
desarrollado con los secretarios de los núcleos del
Partido de los municipios habaneros y con los directores
de las empresas, y queda pendiente en la rama del
azúcar.
La agricultura habanera -se dijo-
tiene un papel fundamental para el país, mucho más en
estos momentos en que la sequía golpea a las provincias
orientales. De ahí la necesidad de fortalecer los
controles para evitar el desvío o la sustracción de
productos o insumos destinados a este sector.
En la reunión muchos de los
presentes se pronunciaron por elevar la calidad y
ejemplaridad de quienes administran los bienes del pueblo
y se aportaron reflexiones acompañadas de ejemplos
acerca de cómo debe ser la delimitación de funciones
entre las organizaciones del Partido y las estructuras de
dirección
Acerca de la ejemplaridad que deben
observar los dirigentes del Partido y Gobierno
intervinieron igualmente Angel Gárate y Alcides López,
presidente del Poder Popular y delegado de la Agricultura
en la provincia, respectivamente, quienes coincidieron en
subrayar las condiciones de vanguardia que se expresan en
el quehacer cotidiano de los que ocupan responsabilidades
y son evaluados por el pueblo por estas virtudes.
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