 Las Tunas
Positiva respuesta humana
frente a la inclemente sequía

Pastor Batista Valdés
LAS TUNAS.-Decididamente la
población tunera, como la del resto de los territorios
afectados, tiene motivos para no perder la calma ante la
preocupante situación que se presenta a causa de la
escasez de agua.
Y no es que de golpe y porrazo, por
decreto de una reunión de la dirección política y
administrativa quede resuelto el problema de una sequía
que amenaza con prolongarse.
Pero las acciones que se están
acometiendo, por el territorio y con el apoyo del
Gobierno central, alientan a la población y crean
confianza en que seguiremos con más y más concretas
acciones.
De haberse codeado esta provincia
con la inercia, muy superior sería la parte de la
población perjudicada hoy. Aún así, medio centenar de
carros-pipas (muchos de ellos puestos de alta tras la
ayuda del país y el empeño local) distribuye agua a
más de 50 000 habitantes.
La reubicación de 3 855 reses de
línea lechera en áreas con cierto nivel de pastos y
agua, busca la menor declinación posible en la curva
productiva. El rebombeo de agua desde presas a favor de
miles de cabezas es una de las formas de contrarrestar el
agotamiento de 40 tranques, 54 lagunas y casi 300 pozos
en zonas ganaderas.
Tampoco los cultivos varios escapan
a los estragos. Los 100 000 quintales menos de productos
en comparación con 1997, son de hecho un problema que
repercute directamente en los hogares. Por ello se ha
decidido que el 80 por ciento de lo que se coseche en
áreas bajo riego y protegidas, vaya a la canasta básica
familiar.
A pecho y pulmón se siembran con
el respaldo de pipas 40 caballerías de yuca. Otros 12
organopónicos deben ser construidos, mientras se aprieta
la mano para sacarles el máximo a los existentes y a los
huertos intensivos. Se priorizan con fertilizantes,
combustible y plaguicidas las áreas irrigadas por
microjet. No espera la siembra de cultivos de ciclo
corto. No hay otra alternativa. Solo de maíz se
perdieron 200 caballerías, 40 de calabaza, 74 de
frijol...
La agricultura cañera no es
excepción. Por falta de humedad quedaron sin plantar
unas 500 caballerías de la campaña de primavera. Pero
la voluntad es sembrar esa área pendiente, más la
prevista para frío. Y aún así, el daño está latente.
No tiene el mismo crecimiento la caña sembrada en mayo
que la de octubre.
Por eso donde se precipita la
lluvia la sigue el "aguacero" humano para
plantar.
No puede ser otra la táctica
frente al apenas 28 por ciento de agua que acumulan las
presas o al 60 por ciento de lluvia que ha caído con
respecto a un promedio histórico de por sí pobre, con
siete de los últimos 13 años realmente muy secos.
Por fortuna no es desánimo lo que
prevalece. En áreas de la cuenca de La Cana (principal
fuente de abasto a la ciudad) mientras se busca el modo
de reactivar algunos pozos, cobra forma la idea de
incluso abrir otros.
La exitosa realización de un
ejercicio de preparación contra los efectos de la
sequía mostró qué potencialidades sin poner en órbita
aún quedan.
Por ello en una de sus
intervenciones, durante un Pleno del Partido donde se
examinó el problema, Misael Enamorado, miembro del Buró
Político y primer secretario del Partido en el
territorio, reiteró: "La sequía puede prolongarse,
pero estos son los momentos de prolongar y redoblar
también el esfuerzo, la consagración e imponernos por
encima de cuantas dificultades se presenten."
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