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         El casete, un paliativo 
        en pos de la música nacional
          
        Jorge Ignacio Pérez
        No poca gente, coleccionistas o
        simples melómanos, han cruzado diálogo con este
        reportero acerca de la aparición de casetes en moneda
        nacional contentivos de la mejor música cubana de todos
        los tiempos, discografía del Benny o de la Trova
        Tradicional, por citar un par de ejemplos, hasta hace muy
        poco tiempo localizables solo en el mercado en divisas o
        en los fondos de algunas fonotecas particulares.  
        Lo cierto es que el Ministerio de
        Cultura, en coordinación con el Instituto de la Música
        y la EGREM, ha hecho posible la circulación y venta de
        buena parte de la música cubana en formato de casete, no
        sólo recurriendo a un tipo de soporte más económico
        monetariamente, sino además a partir de una premisa
        elemental: a nivel doméstico, la mayoría de las
        familias cuenta con equipos reproductores de sonido en
        casete y no así en disco compacto. 
        Según manifestó a este diario
        Ricardo Peláez Loredo, gerente de promoción y venta de
        la División Comercial de la EGREM, la primera acción
        fue pasar a la venta en moneda nacional los títulos que
        antiguamente estuvieran en formato de casete, a un precio
        de 15 pesos, excepto Magistral, de Adalberto Alvarez, por
        tratarse de un título de otro sello discográfico. 
        Peláez indicó que la EGREM tiene
        ya puntos de venta en Sancti Spíritus, Santiago,
        Holguín y Matanzas, y el 22 de este mes se abre una
        tienda en Camagüey, en una zona céntrica, así como
        próximamente quedará a disposición del público otro
        punto de venta en Pinar del Río, asociado a la
        delegación del Fondo Cubano de Bienes Culturales de esa
        provincia occidental. 
        En materia de música "de
        época", por llamarle de alguna manera, la EGREM
        cuenta con las matrices originales de los discos -desde
        las iniciales grabaciones de la primera mitad de este
        siglo- y se realizan reimpresiones en versión de casete,
        ya sea de la placa completa o a manera de selecciones de
        piezas de varios intérpretes que puedan antologarse. Un
        catálogo editado por la propia empresa deja ver la
        presencia de colecciones valiosísimas como De Cuba,
        su música, en cuatro volúmenes, contentiva de hits
        de la música popular cubana de los años 40 y 50; Ritmos
        de Cuba, de los años 60 hacia acá; Antología de
        la Nueva Trova, de varios volúmenes; otra del Grupo
        de Experimentación Sonora del ICAIC, una reliquia, sin
        dudas; así como buena parte de la discografía de Los
        Van Van, entre otras.  
        Algunos de los títulos, dice
        Peláez, pueden agotarse en los puntos de venta, pero
        luego se reponen debido a la demanda. Con respecto a los
        discos de agrupaciones actuales que decidan grabar con la
        EGREM, se realizan dos versiones de soporte, en disco
        compacto y en casete; o sea, con vistas a comercializar
        las novedades en las dos monedas. 
        Otro de los proyectos culturales
        que tiene la EGREM es la matiné de la Casa de la Música
        (calle 20 esquina a 35, Playa), con funciones todos los
        sábados, desde las 5:00 p.m., con la presencia de alguna
        orquesta de reciente aparición en el panorama popular
        bailable. La entrada a ese espacio vespertino es en
        moneda nacional (cinco pesos), y los programas están
        concebidos para la participación de toda la familia,
        explicó Peláez. Acaba de inaugurar su peña allí
        Angelito Bonne y su banda, que seguirá varios sábados. 
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