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CULTURALES |
Alicia en Valencia
Toni Piñera
Enviado especial de GranmaVALENCIA (España).-Un cielo azul radiante, parques repletos de flores, una hermosa arquitectura ecléctica -donde se conjugan tradición y modernidad-, un casco histórico bien conservado y una ciudad en expansión, construcción por muchos lugares que hablan del auge urbanístico... matizan la Valencia de 1998, por donde el nombre de Cuba se escucha bastante en estos días: una exposición de Pintura europea y cubana de las colecciones del Museo Nacional de La Habana, que ocupa los espacios del Museo del Puerto, y la investidura de Alicia Alonso como Doctor Honoris Causa de la Universidad Politécnica de Valencia.
Antes del importante acontecimiento, la agenda de trabajo de la bailarina ha estado cargada: entrevistas con los más importantes diarios de la región, el asedio constante de cámaras de televisión y la visita al recién inaugurado Centro Coreográfico de la Generalitat, una institución que abarcará todos los géneros de la danza.
Allí, Alicia Alonso, acompañada por José M. Maragoto, presidente del Consejo Nacional de las Artes Escénicas; Zenaida Romeu, directora de la Camerata Romeu, y un grupo de bailarines, fue recibida por Consuelo Ascar, directora general de Promoción Cultural de Valencia.
En diálogo ameno, Alicia confesó estar emocionada y nerviosa antes del nombramiento que tendrá lugar mañana en el Palacio de la Música. "Estoy como antes de salir a bailar", dijo y reflexionó: "Aunque cuando bailaba no estaba nerviosa, bailando estaba en casa". Entonces se refirió al trabajo como coreógrafa; y cuando le preguntaron si los bailarines siempre recuerdan a sus maestros, respondió: "Sí, es cierto, siempre los recordamos, es la voz de los padres. El bailarín que no se acuerde de sus maestros es alguien que no aprendió profundamente, tiene muy mala suerte".