Chequea el Gobierno medidas para contrarrestar los efectos de la sequía en las provincias orientales

Susana Lee

La marcha de las medidas emergentes tomadas en las provincias orientales como consecuencia de la intensa sequía que las afecta, y la adopción de otras ante la tendencia a prolongarse, dada la perspectiva poco favorable de un cambio en las condiciones climáticas en el lapso más inminente, fueron evaluadas en reunión presidida por Carlos Lage que examinó los resultados de un reciente recorrido de la Comisión Gubernamental que atiende esa región.

Asimismo se analizó el estado de las entregas adicionales de recursos materiales a esos territorios, entre ellos 150 000 toneladas de combustibles, para respaldar el cumplimiento de las decisiones aprobadas por el Gobierno.

Pedro Miret, vicepresidente del Consejo de Ministros, quien preside ese grupo, reiteró que las situaciones más críticas se mantienen en las provincias de Holguín y Las Tunas, en los municipios guantanameros de Imías, San Antonio del Sur y Maisí, en el granmense de Niquero y en general en toda la zona montañosa oriental, localidades donde en muchos casos la escasez de lluvias de esta primavera se ha sumado a la acumulada de etapas precedentes.

Al respecto, Jorge Luis Aspiolea, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, informó que nacionalmente los meses de mayo, junio y julio últimos -parte del llamado período húmedo, entre abril y octubre-, se registran entre los dos más secos de los últimos 26 años, aunque hay lugares donde los reportes récord de seca lo son de un tiempo mucho mayor.

Señaló que mientras el promedio histórico de lluvia en esos tres meses desde 1973 -que es desde cuando se dispone de una estadística nacional- a la fecha es de 532 milímetros, este año fue de 308, similar al del propio 1973 cuando cayeron 292 mm, con todas las provincias por debajo de su media para el período y varias con la más baja, pues, aunque la situación más seria se concentra en las orientales, la sequía afecta a todo el país y puede considerarse como una de las más graves que se hayan padecido.

Como se aclaró, la estadística no refleja la situación en toda su magnitud, si se toma en cuenta que la lámina de agua acumulada es producto de lluvias poco intensas y esporádicas, de rápida evaporación, lo cual, además del efecto inmediato escaso o nulo de esas precipitaciones, tampoco mejora el estado de las presas cuyos niveles de agua utilizables siguen reduciéndose aceleradamente.

Durante la reunión se revisaron las afectaciones en cada territorio, en particular las relacionadas con el abasto de agua y la producción de alimentos, así como las consecuencias actuales y futuras en el sector agropecuario y la acuicultura, pues en muchos casos se han agravado en las últimas dos semanas.

Sobre el suministro de agua se mantiene la de la ciudad de Holguín como la situación más crítica, que ha forzado a alargar aún más el ciclo de servicio hacia las zonas en que todavía se brinda y a abastecer mediante pipas a más de 140 000 habitantes, hasta tanto se concluyan las obras emprendidas con carácter emergente que posibilitarán extraer volúmenes superiores de la presa Gibara para suplir el déficit de los embalses que surten su acueducto.

En las últimas semanas se vienen impulsando y ejecutando otras obras en varias localidades para enfrentar las dificultades surgidas, y entregando recursos en equipos, materiales y otros insumos para responder a los incrementos de las necesidades de abastecimiento con carros-cisternas a diferentes áreas que se han tenido que sacar del servicio regular por agotamiento de sus fuentes, en cantidades que suman decenas de miles de personas.

En tal sentido se conoció que para paliar el problema adicional que afrontan miles de familias con los envases para conservar el líquido, el INRH financió la producción urgente de 10 000 de 250 litros por un monto cercano a los 200 000 dólares, que se irán distribuyendo a medida que se terminen, y se orientó por la dirección del Gobierno buscar variantes en diversas industrias para fabricar otros 20 000 con igual destino, lo que elevaría a casi medio millón de dólares los recursos con este fin y a más de un millón 100 mil los que en total se han destinado a encarar la situación del abasto de agua en los territorios más perjudicados.

En cuanto al sector agropecuario, Alfredo Jordán, titular del MINAGRI, ratificó que el impacto mayor de la sequía se concentra en las provincias mencionadas, y en otras gradaciones en Camagüey y Santiago de Cuba.

Los daños fundamentales están en la ganadería, que ha reducido significativamente sus producciones y obligado a tirar agua en pipa a 229 000 cabezas de ganado y a movimientos internos de más de 25 000 animales para asegurar su subsistencia; en cultivos varios, con pérdidas y deterioros de varios miles de caballerías de viandas y vegetales; el arroz, donde se presentan significativos atrasos en los planes de siembra, incumpliéndose en casi 900 cab, y serios estragos en las plantaciones existentes; el café, con estimados de entre un 10 y 15 por ciento de disminución de la cosecha 1998-99 y en el cacao, con cálculos de cerca de 6 000 quintales menos a acopiar.

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Jordán explicó los recursos asignados centralmente por un monto de más de 3 millones de dólares, la mayoría en distribución, para ejecutar acciones emergentes que posibiliten preservar el ganado; adelantar cosechas; potenciar las áreas de plátano con posibilidades de riego, las siembras de viandas y vegetales de ciclo corto donde sea factible -incluyendo las tierras preparadas que no puedan plantarse de arroz por la carencia de agua-, así como en los organopónicos y huertos intensivos e incrementar los planes en otras provincias menos afectadas para destinar con posterioridad sus producciones a la región oriental.

Con relación a la acuicultura, Orlando Rodríguez Romay, ministro de la Industria Pesquera, informó que se mantienen más de 40 embalses principales con bajos niveles de agua, entre otras afectaciones que atañen también a varias granjas de ceba y estaciones de alevinaje.

Reiteró que se han tomado todas las medidas aplicables ante una sequía de esta envergadura, destinando para ello 5,2 millones de dólares en recursos materiales por encima de lo programado. Entre las tareas en ejecución está la pesca masiva en las presas que corren peligro de perder toneladas de pescado, e incrementar el procesamiento para su conservación que permita asegurar su distribución en meses posteriores.

Esta sobrexplotación inevitable, alertó, unido a la imposibilidad de efectuar el programa planificado de siembras por el estado de los embalses -de no modificarse la situación climática en un término adecuado que facilite su rápida recuperación-, repercutirá negativamente en las capturas de 1999.

El comportamiento de la distribución de alimentos a la población en los lugares más afectados también fue objeto de análisis, pues aunque se han garantizado los normados de los últimos tres meses, incluidas algunas entregas de productos de la reserva en los casos más críticos, y ha sido normal -en determinadas localidades hasta superior- la distribución de renglones del agro por cosechas que han debido adelantarse antes que se pierdan, es de prever que habrá un déficit, sobre todo de viandas y vegetales, en el próximo cuatrimestre.

Además de los casi 10 millones de dólares en recursos materiales adicionales que se han estado distribuyendo para enfrentar la situación que se presenta hasta estos momentos, la alta dirección del Partido y del Gobierno acaba de asignar 12 millones de dólares de las escasas reservas en divisas con que cuenta el país para adquirir de inmediato algunos productos que puedan suplir en parte ese déficit y disponer de ellos para su entrega como cuota adicional a la población de las provincias de Holguín y Las Tunas y de los municipios más críticos de Guantánamo.

Igualmente se informó que el impacto de la sequía en la ganadería y las plantaciones arroceras han provocado una sustancial disminución de las producciones de leche y arroz destinadas a la distribución normada, por lo que se ha decidido igualmente dedicar 28,5 millones de dólares para importar 73 000 toneladas del cereal y 3 000 de leche en polvo, por encima de las 300 000 y 33 000 que, respectivamente, se planificaron importar este año, con el fin de asegurar las cuotas de esos productos en el país en lo que resta de 1998.

Los daños referidos como consecuencia de la intensa sequía en todo el país no incluyen los sufridos en las plantaciones de caña y otros cultivos agrícolas.

Es conveniente advertir que la situación puede agravarse aún más.

 
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