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 Hiroshima
y Nagasaki en la memoria

Como un fantasma sobre la humanidad surgen todavía hoy
las explosiones de las bombas atómicas arrojadas por Estados Unidos sobre las ciudades
japonesas de Hiroshima (6 de agosto) y Nagasaki (9 de agosto) cuando ya la Segunda Guerra
Mundial tocaba a su fin en 1945. Después del holocausto, Washington arrastraría al mundo
a una loca carrera nuclear, a la cual no renuncia hoy y se dedica a perfeccionar aún
más.
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