 Industriales reforzado
Más allá del ser o no ser

SIGFREDO BARROS
Como casi siempre ocurre en los prolegómenos de una Serie Nacional,
un tema apasiona a la afición nacional de tal manera que la ha dividido en dos bandos:
los que están de acuerdo y los que no. Se trata del reforzamiento de Industriales con
peloteros de Metropolitanos.
Más allá de pensar que este es el ser o no ser de la pelota
cubana, soy de la opinión que lo primero que habría que preguntarse es qué es lo mejor
para nuestro pasatiempo nacional, un Industriales fuerte, capaz de discutir el título
desde los cuartos de finales o lo contrario, un conjunto cuya clasificación se logró el
último día de la etapa clasificatoria.
Pésele a quien le pese y duélale a quien le duela, se trata del
equipo insignia de nuestras Series Nacionales, el único con 15 rivales. Y creo que la
Comisión Provincial de Béisbol en Ciudad de La Habana tiene todo el derecho a mover sus
jugadores en aras de un mejor resultado.
Me llama la atención el hecho de que cuando en la pasada temporada
el cienfueguero Iván Rojas pasó a integrar las filas de los azules nadie protestó.
¿Por qué ahora se levantan voces en contra de que Yasser Gómez (de Centro Habana) o
Antonio Scull (de San Miguel del Padrón) vistan la casaca celeste? ¿O es que los
peloteros capitalinos son los únicos condenados a no poder cambiar de equipo?
Por otra parte, y fundamentalmente por conocidos y comprensibles
problemas de transportación, las cámaras de la Televisión Cubana se mantienen durante
buena parte de la Serie Nacional instaladas en el Latinoamericano y transmitiendo la
imagen infeliz de una enorme instalación --con capacidad para 55 mil aficionados--,
vacía la mayoría de las veces porque Metropolitanos no convence...y los Industriales no
vencen.
El tema Metropolitanos es también polémico. Algunos quisieran
desaparecerlo. En mi opinión, sería un error. En primer lugar implicaría un cambio de
estructura (¡uno más!). Y una falta de visión, por cuanto la capital no se mantendrá
en 2 millones y medio de habitantes eternamente. Crecerá. ¿Dónde colocar entonces a los
cientos de peloteros que, por fuerza, surgirán cuando la provincia mejore su trabajo en
la base y, sobre todo, en las categorías inferiores?
No se piense, por todo lo anteriormente escrito, que este comentario
es una defensa a ultranza de la metrópoli en general y de los Industriales en particular.
Las restantes provincias, y sus peloteros, también tienen el mismo derecho. ¿Qué
sucedería, me pregunto, si Yovani Aragón quisiera mudarse a Villa Clara o Giorge Díaz
trasladarse hacia Santiago de Cuba?
Estoy convencido que un Industriales reforzado contribuirá a que la
venidera Serie Nacional sea una de las mejores y más reñidas de los últimos tiempos. |