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Yugoslavia
Peligro en Kosovo
ELSON CONCEPCION P.
Desde hace algunos años la provincia yugoslava de Kosovo está calificada como un volcán en erupción, y los hechos más recientes, unido ahora a la amenaza de Estados Unidos de intervenir militarmente si se produce un aumento de la violencia, así lo confirman.
El enviado especial de Washington para los Balcanes, Robert Gelbard, dijo que "Estados Unidos no ha cambiado su política de responder con la fuerza", refiriéndose a Serbia, república a la que pertenece la provincia de Kosovo, y donde fuerzas secesionistas alentadas por Occidente, estimulan los enfrentamientos.
Los conflictos que se han registrado en la antigua República Socialista Federativa de Yugoslavia, primero con su desintegración y luego con las guerras interétnicas, ocuparon la atención internacional, y el tema de Kosovo permanecía tapado, como una olla de presión, pero contenido por el poco fuego que se echaba a su alrededor.
Sin embargo, una vez alcanzado el cese de hostilidades en Bosnia, y calmada la situación en la frontera serbio-croata, los habitantes de Kosovo, en su mayoría albaneses, consideran, al parecer, llegado el momento de lanzarse a las calles de Pristina, la capital, y provocar enfrentamientos con las autoridades federales que, hasta ayer, habían dejado un saldo de 25 muertos y varios heridos.
A comienzos de los años 80 la población albanesa de Kosovo exigió a Belgrado una mayor autonomía, y algunos sectores de la oposición se pronunciaron por la separación plena, y hasta por la integración a Albania.
Kosovo siempre ha recibido una atención especial por parte de las autoridades federales, y de Serbia en particular, aunque las relaciones entre kosovares (albaneses que viven allí) y el gobierno serbio, han vivido tensiones y momentos difíciles.
El panorama se complica aún más con las amenazas norteamericanas de intervenir militarmente, algo que los analistas estiman violatorio de la soberanía desde todos los puntos de vista, pues se trata de un problema interno, de un país en específico, y como tal corresponde a las autoridades serbias y de la Federación Yugoslava, enfrentar el asunto y buscar su solución.
Washington advirtió a Serbia y a la Federación Yugoslava que "seguirán sufriendo sanciones mientras no haya un diálogo político con los albaneses de Kosovo".
"Las autoridades de Belgrado deben escoger entre el diálogo o seguir sufriendo la continuación de las sanciones y un mayor aislamiento internacional", amenazó el vocero del Departamento de Estado en Washington.
Esa provincia serbia es un territorio de 11 000 kilómetros cuadrados, con una estructura rural y un bajo nivel económico. Limita con Albania y Macedonia, y su población no supera los dos millones de habitantes.
La región de Drénica, es considerada como el principal bastión del Ejército de Liberación de Kosovo, surgido hace dos años y al cual se atribuyen más de una docena de muertes, y que ayer anunció una "venganza múltiple" por los hechos recientes.
La región de Kosovo, aunque sin un gran peso económico, sí lo tiene en lo estratégico y geopolítico; y de ahí que lo que allí ocurra o pueda suceder, interese a factores externos, unos queriendo complicar y exacerbar los ánimos secesionistas revividos luego del derrumbe del socialismo en Europa, y otros, esforzados en que reine la paz en los Balcanes, pues las cenizas de este volcán en erupción pueden saltar de un país a otro y convertir la región en un incontrolable incendio.