Nuestro Moncada es seguir
cultivando la conciencia

Vladia Rubio y Susana Lee

vi3-2.jpg (8138 bytes)Cuando faltan apenas unas horas para el VII Congreso de la UJC, su primer secretario, Otto Rivero, ofrece a Granma sus opiniones sobre cuestiones medulares relacionadas con el venidero acontecimiento y con la realidad de la juventud cubana en general.

PERIODISTA: Una de las ideas derivadas del Quinto Congreso del Partido fue hacer de la eficiencia una regla y no excepción. ¿Cuál ha sido la respuesta de la UJC a este reclamo y cómo se propone proyectarse al respecto en su VII Congreso?

OTTO: El Congreso del Partido ha sido el punto de partida de toda esta nueva etapa de la Juventud, como también ha marcado una nueva etapa para el país. En todos los sentidos ha constituido un cambio en métodos y estilos de trabajo.

La propia convocatoria al VII Congreso, efectuada en un CAI y que se libró simultáneamente en las aproximadamente 40 000 organizaciones de base este 28 de enero, nos permitió llevar un mensaje de lo que debíamos hacer en consecuencia con los señalamientos del evento partidista, definiendo dos objetivos esenciales: poner en capacidad de trabajo a los militantes desde sus comités de base con un funcionamiento correcto, y, a partir de ahí, la respuesta que debe dar en el sector productivo la juventud.

Ambos objetivos se complementan. La manera más importante de atención al sector productivo es, esencialmente, a partir de las organizaciones de base. Nuestra responsabilidad esencial es con el hombre y su capacidad para trabajar, para que entienda cuál es su misión en una empresa socialista.

Si somos eficientes en nuestro quehacer desde el comité de base, habrá entonces una mayor influencia y participación de los jóvenes en su protagonismo dentro de los resultados económicos. Es decir, la interpretación de eficiencia no la hacemos en términos económicos sino políticos y radica en la capacidad de la organización para ser cantera del Partido.

PERIODISTA: No son pocos los jóvenes cubanos que lamentan no haber nacido en tiempos de las guerras de liberación, cuando se gestó la Revolución, para probar su heroísmo y entrega. Sin embargo, es sabido que cada generación tiene su Moncada. ¿Cuál definirías tú como el Moncada de estos tiempos?

OTTO: Un análisis de este tipo tenemos que hacerlo partiendo del contexto actual que vive el país, y particularmente de cómo ha transcurrido esta década.

Hay que tomar en cuenta que uno de los más nocivos efectos que el neoliberalismo ha traído para los jóvenes a nivel universal ha sido el de la desmovilización, la no participación. Se han debilitado organizaciones juveniles de la izquierda y en el caso de los países que renunciaron al socialismo no existen hoy organizaciones que logren aglutinar a las juventudes. Vivimos en tiempos distintos y Cuba no está aislada de esos fenómenos.

Sin embargo, el proceso del VII Congreso nos ha corroborado que el Moncada de estos tiempos lo define el seguir contando con nuestra juventud, que continúa participando activamente y por convicción, en todos los procesos que se desarrollan en nuestra sociedad.

Nuestro Moncada es seguir cultivando la conciencia, que cada cosa se asuma conscientemente, y que todo nuestro accionar fluya por el camino de la organización, del comité de base.

PERIODISTA: ¿Qué se propone la UJC para abarcar con su acción a toda la juventud no militante?

OTTO: No podemos valorar nuestra influencia con todos los jóvenes si no partimos de nuestra responsabilidad con los pioneros, la FEEM y la FEU. En particular, es necesario encaminar hoy los esfuerzos a la enseñanza media, y muy en especial hacia los politécnicos, donde hay menos comités de base.

Además, nuestras influencias deben también concentrarse en el sector productivo pues todo análisis que hagamos de la juventud que se dedica a la prostitución, proxenetismo, al camino de la ilegalidad, es porque ese joven perdió el camino del trabajo como fuente para su desarrollo personal y social. Existen aproximadamente un millón 200 000 personas entre 25 y 30 años (amas de casa, desvinculados, trabajadores por cuenta propia, etc.), a las que no llegamos con nuestro accionar. Por eso nos encontramos en un proceso de adecuación de nuestras estructuras con el objetivo de que los instructores no se concentren ya en un sector específico sino atiendan los territorios en su integralidad.

Esa "zonificación" de los instructores nos va a permitir mejor que todos los militantes del lugar, irradiando su accionar, abarquen a estos jóvenes con los que en la actualidad no trabajamos lo suficiente. También facilitará un mejor entendimiento de la importancia de la escuela y la fábrica en su barrio, y así analizar más correctamente la integralidad del joven.

PERIODISTA: Decir joven es decir empuje, acometividad, iniciativa, dinamismo, espontaneidad. La vanguardia política de nuestra juventud, ¿cómo asume estos términos?

OTTO: Hablar de esas cosas es también decir capacidad de funcionamiento. Estamos dándole un enfoque más cualitativo al quehacer del comité de base, cuya militancia se parece mucho a la persona que lo dirige.

Todo lo que hacemos en el orden cualitivo tiene valor si, finalmente, el joven asume con responsabilidad lo que hace, sintiéndose protagonista. Ello garantiza a su vez una respuesta esencial en estos tiempos: formar en la juventud una profunda conciencia antimperialista.

PERIODISTA: ¿Qué importancia tiene para ustedes que este VII Congreso se realice a las puertas del aniversario 40 de la Revolución?

OTTO: El Congreso es un gran regalo de los jóvenes a esta efeméride. Todo el proceso orgánico que lo antecedió nos permitió analizar nuestros aciertos y desaciertos, nuestra capacidad e influencia, y con optimismo hemos corroborado la potencialidad que tiene la organización para lograr coherentemente que la actual generación esté en estos momentos consciente del significado de estas cuatro décadas.

A su vez, el VII Congreso ratifica a la UJC como la organización cubana con capacidad para influir en los jóvenes y que estos comprendan y participen de manera activa y consciente en todas las tareas del país.

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