Imperio económico petrolero

Señalan peligros de la fusión
de Exxon y Mobil

WASHINGTON, 4 de diciembre.-La fusión empresarial de mayor magnitud que se recuerda en mucho tiempo, acaba de producirse entre las transnacionales petroleras Exxon y Mobil, y ella menguará la competencia en el sector y perjudicará a los trabajadores, al ambiente y a los países del Sur en desarrollo, indica un análisis de IPS.

Exxon Corp. accedió a adquirir a la rival Mobil Corp. por unos 77 200 millones de dólares. Ambas compañías tuvieron ingresos conjuntos en 1997 por 203 000 millones de dólares.

La compañía resultante, que se llamará Exxon Mobil Corp. será la mayor petrolera del mundo, antes que el grupo Royal Dutch- Shell, y pasará a ocupar el lugar de General Motors como la mayor estadounidense y el tercero en el mundo, tras General Electric y Microsoft.

Las firmas pretenden reducir sus costos y aumentar la participación en el mercado para incrementar sus fortunas. "La fusión realzará nuestra capacidad de ser un competidor mundial efectivo en una economía mundial volátil y en una industria que es cada vez más competitiva", declararon.

El costo de la fusión Exxon-Mobil supera los 72 600 millones de dólares que Travelers Group pagó este año para adquirir a Citicorp, y a la compra pendiente de la estadounidense Amoco por la británica British Petroleum, por 53 000 millones.

Las fusiones en la industria petrolera son impulsadas por los bajos precios y los altos costos de operación. Se calcula que los precios del petróleo tendrán un promedio de 12,37 dólares por barril este año, el nivel más bajo en los últimos 25 años.

Las firmas no precisaron cuántos trabajadores serán despedidos, pero el cálculo aceptado en medios financieros estadounidenses es que 10 000 personas quedarán sin trabajo, de un total de 120 000 empleados en todo el mundo.

"Si nos guiamos por fusiones anteriores, miles de trabajadores perderán sus empleos mientras se van por las nubes los ingresos de los ejecutivos y las ganancias de los accionistas", dijo Daphne Whysham, investigadora del Instituto de Estudios Políticos, de Washington.

Con la inestabilidad de los mercados mundiales, los bajos precios del petróleo y la incertidumbre del futuro económico, las fusiones son una forma de adaptarse "para mantener la rentabilidad", dijo Robert Stimpson, analista financiero de IDEA Inc., de Nueva York. "Todos se están fusionando", agregó.

PELIGRO PARA EL MEDIO AMBIENTE

A su vez, Wysham precisó a IPS que ambas compañías "figuran entre los integrantes más destacados de la antiambientalista Coalición Climática Global", un bloque empresarial opuesto a acuerdos internacionales como el Protocolo de Kyoto, que obliga a reducir las emisiones de gases invernadero, culpados del recalentamiento planetario.

En este contexto, NTX señala que la fusión de Exxon y Mobil ha provocado el rechazo de grupos ecologistas que advirtieron sobre una mayor contaminación, y de agrupaciones civiles, que alertaron del enorme poder que conlleva la suma de capital de los dos gigantes. Asimismo, señalaron que protestarán oficialmente cuando el caso sea revisado por la Comisión Federal de Comercio, que deberá sancionar la operación.

En tanto, la agrupación nacional Acción Ciudadana señaló que "además del impacto ambiental que la fusión pudiera tener, lo que nosotros vemos es el riesgo del enorme poder político acumulado por esta suma de capital y las acciones que resulten de ello".

Ambas compañías fueron el resultado de la disolución del gigante Standard Oil Co, que fue fundada en Ohio en 1870 por el millonario John D.Rockfeller y socios, y que una década después controlaba 90% de la refinación de petróleo y para 1882 se convirtió en la mayor del mundo.

En 1911, la Suprema Corte de Justicia determinó que la compañía había violado el Acta Sherman Antimonopolio y ordenó su disolución legal, lo cual derivó en la creación de 34 compañías, dos de las cuales están ahora en vías de revivir uno de los mayores imperios económicos.

CONSORCIO TOTAL-FINA

Otro despacho de NTX apunta que el hecho se ha repetido en Europa, como es el caso de la reciente cesión del 41% de acciones sobre la petrolera belga Petrofina al conglomerado francés Elf Acquitane.

El nuevo consorcio Total-Fina, cuya cifra de negocios asciende a 51 000 millones de dólares (quinto puesto a nivel mundial y el primero a nivel europeo), espera ver incrementado el valor de sus acciones en los mercados financieros europeos en el corto plazo.

Mientras, en Nueva York, The Wall Street Journal señaló que la caída de los precios del petróleo preocupa a los inversionistas ante la incertidumbre del nivel que puede alcanzar el barril del crudo y que podría caer a menos de 10 dólares, en vista de la caída general en los precios de las materias primas.

El diario señaló que casi todos los expertos del mercado están seguros de que habrá más fusiones y adquisiciones en el mundo petrolero, tal como ocurrió con Mobil y Exxon.

Normalmente eso es bueno para las acciones, pero esta vez no es así ya que se percibe que la operación Exxon-Mobil fue realizada debido a la debilidad del mercado, mientras las dos empresas tratan de ajustarse a la caída en los precios del petróleo, añadió el diario, el cual señaló que algunos mercados emergentes como México, Venezuela y Rusia "pueden estar entre las víctimas por la caída en los precios del petróleo".

Ahora "pueden recibir otro golpe, debido a que sus economías dependen del petróleo", dijo The Wall Street Journal.

Dice por su parte NTX que los precios de los productos básicos "han caído a los niveles de los años 70 y eso simplemente significa que la demanda en el mundo es mucho más débil que lo que la gente se da cuenta".