Cazabandidos

ROGER RICARDO LUIS

Su imagen, en apariencias, rompe con cualquier estereotipo del policía. Al primer golpe de vista, Alaín Daniel Díaz, sin su uniforme de oficial de la PNR, parece ser un adolescente de preuniversitario y me atrevería a decir que si le anudan al cuello una pañoleta roja, pues un pionero.

No hay más que ponerse a conversar con él y sobreviene entonces la dimensión real de este joven de 25 años de edad. Así lo trasmite en su hablar reflexivo y la transparencia escrutadora de su mirada.

Pudo ser, quizás, baloncestista por su tamaño; pero desde muchacho, en su Regla natal, confiesa haber sentido una profunda atracción por el trabajo de la Policía, aún cuando en la familia nadie hasta él había vestido el uniforme.

Por eso, al terminar el bachillerato, optó por ingresar en el Instituto Superior del MININT Capitán San Luis donde se graduó de investigador operativo y, luego, por cursos por encuentro, de licenciado en Derecho.

Su debut en la "línea", en 1994, fue con la captura de una banda de ladrones de autos que mediante talleres clandestinos transformaban dichos vehículos y luego los vendían. Su labor de esclarecimiento permitió el apresamiento de los delincuentes y la devolución de los carros (16 en total) a sus propietarios.

Este hecho, sin proponérselo, lo ha introducido desde entonces en la investigación de uno de los delitos más complejos y frecuentes de nuestra cotidianidad, el robo de automóviles.

Desde entonces a la fecha ha llevado con resultados positivos unos 20 casos. En uno de los últimos, desarticuló una compleja red donde hasta ahora se han recuperado 136 autos y desplegaba sus acciones delictivas no sólo en la capital, sino también en provincia de La Habana, la Isla de la Juventud, Matanzas, Varadero y Cárdenas.

Su sagacidad le permitió armar, a partir de una pieza, un rompecabezas con expedientes diferentes pero que estaban interconectados por un engranaje que contemplaba la legalización de carros mediante documentos de circulación en blanco robados, la compraventa de partes y piezas de autos (principalmente carrocerías) de manera "legal" en empresas estatales, la realización de traspasos de vehículos mediante actos fraudulentos, falsificación de documentos, la utilización de talleres de empresas para la transformación de los carros robados, entre otras artimañas.

Hasta el momento son más de 100 las personas involucradas en ese negocio ilícito. Entre los cargos que deberán enfrentar ante los tribunales figuran, robo con fuerza, robo con violencia, estafa, cohecho, conducta impropia, actividad económica ilícita y otros.

DUELO DE INTELIGENCIAS

-¿Qué caracteriza hoy el robo de autos?

-Es un delito con mucho desplazamiento y organizado por lo general. Se lo llevan de un lugar y pasa a otro en cuestión de horas y hasta de minutos, la búsqueda del autor no se puede realizar con las pruebas o declaraciones de primera instancia y donde los indicios se van casi siempre con el carro.

Este tipo de acción, señala el joven investigador, suele estar muy organizado entre sus diferentes partes: los que roban y venden, los que compran y transforman y quienes "comercializan" la mercancía y los potenciales clientes.

-No estamos ante un vulgar ladrón. Dentro de ellos, claro está que los hay, pero son los menos. Hay premeditación, organización, planificación, son capaces de asumir diferentes fachadas y entre sus actos no se puede descartar el soborno y, llegado el caso, acciones peores. Cada vez más emplean técnicas sofisticadas para sus fechorías.

¿Puede interpretarse esto como un verdadero duelo de inteligencias entre policías y delincuentes?

-Sí. De ahí que sea necesario penetrar esas bandas, estudiar sus movimientos, conocer su pensamiento y tomar todas las evidencias incriminatorias de manera de no dejar resquicio posible por donde puedan escapar ante los tribunales.

La conducción de estos casos, obviamente, requiere de tiempo y muchas veces se despliegan técnicas y combatientes:

-Esta es una labor, ante todo, colectiva. Pueden utilizarse técnicas de seguimiento, cámaras ocultas, se emplean peritajes donde hay medios de alta tecnología que llevan a descifrar hasta la autenticidad de un simple punto de soldadura, una numeración adulterada, la aplicación de técnicas trazológicas, el despliegue de decenas de combatientes en operativos. Y desde luego, la participación popular, mediante el sistema único de vigilancia y protección.

¿Cuáles deben ser las características de quien desempeñe una labor como la tuya?

-La iniciativa, la creatividad, la observación acuciosa, el ir al detalle, verificar lo más posible, ser planificado, utilizar mucho la valoración psicológica, el estudio de personalidad, conocer los puntos vulnerables de uno y del adversario, el saber conducir a las personas bajo tu dirección, tener todas las variantes posibles a la mano y tomar en el momento oportuno la más acertada y, eso sí, mucha sangre fría.

¿Qué permite a un joven policía como tú actuar y sobrevivir ante ese medio tan hostil?

-Las convicciones, los principios que defiendo, el servir a la sociedad, el saber que los valores humanos son superiores a cualquier maldad.

El primer teniente Alaín Daniel Díaz, el pasado cuatro de abril fue condecorado con la medalla Abel Santamaría que otorga el Consejo de Estado a propuesta de la UJC y está considerado entre los mejores oficiales investigadores operativos de la PNR.

Dice que el poco tiempo libre que tiene prefiere disfrutarlo en la tranquilidad del hogar al lado de su compañera.

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