NACIONALES

El campesinado empeñado en aumentar
la producción y los rendimientos agrícolas

Conceptos expresados por Fidel desde 1963, cuando comenzaron estas formas de cooperación simple, se aplican en las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) perfeccionadas


Raisa Pagés

El potencial productivo de las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) agropecuarias y cañeras se puso de manifiesto ayer, al escuchar las experiencias expuestas por presidentes de estas asociaciones campesinas ya fortalecidas, a partir de la aplicación de nuevos conceptos organizativos.

Orlando Lugo Fonte, presidente de la ANAP, y Alfredo Jordán, miembro del Buró Político y ministro de la Agricultura, ratificaron ayer, al iniciarse el primer encuentro nacional de cooperativas de este tipo, que si hoy el 24 por ciento de esas asociaciones está perfeccionado -en una primera etapa-, no se sabe cuánto podría aumentarse la producción alimentaria y fondos exportables como el tabaco, cuando el proceso abarque el 100 por ciento de esas entidades.

Lugo explicó que los principios que ahora se retoman para mejorar el funcionamiento de esta forma de cooperación simple, fueron expresados por el Comandante en Jefe Fidel Castro, desde 1963.

Los 500 presidentes de CCS reestructuradas -que asisten al encuentro- manifestaron ayer sus opiniones en cinco comisiones, ubicadas en el municipio habanero de San Antonio de los Baños. Pedro Sáez, miembro del Buró Político y primer secretario del Partido en La Habana, participó, además, en los debates.

Los productores expusieron preocupaciones y necesidades, además de verter sus criterios con vistas a la modificación del reglamento funcional y adecuarlo a las actuales condiciones.

Los representantes campesinos ponderaron las ventajas del fortalecimiento porque, entre otras cuestiones, como dijera Sergio González, presidente de la CCS habanera Jesús Menéndez, el disponer de tractores colectivos, para roturar la tierra, en el momento oportuno, les posibilita explotar más sus suelos. De 36 000 quintales de cultivos varios obtenidos en etapas anteriores, ahora trabajan este año por los 80 000 y tienen condiciones para alcanzar 100 000 en 1999.

Con ejemplos similares a los de Sergio se escucharon los de las CCS Ramón Balboa, de Cabaiguán; la cañera Arquímides Colina, de Mabay; la 26 de Julio, de Consolación del Sur; la CCS arrocera Manuel Gamboa, de Yara, entre otras.

Los campesinos tabacaleros explicaron que en las CCS fortalecidas han podido mejorar los suelos al disponer de determinados medios de transporte para trasladar materia orgánica.

Se conoció que en este año el país triplicará la producción de tabaco torcido de 1993, pero existen condiciones para proseguir creciendo. Sólo en el rescate de la infraestructura de curación, secado y procesamiento se destinaron unos 27 000 000 de dólares.

De 40 000 aposentos que quedaron en 1993, por el deterioro en su mantenimiento, ya se cuenta con unos 73 000 y se recaban 16 000 más, para completar las capacidades de curación de la hoja. De 17 fábricas de torcido para la exportación se disponen ahora de 34 y llegarán a 43, antes que concluya 1998.

El rendimiento agrícola promedio nacional de la campaña tabacalera pasada ascendió a unos 220 quintales por caballería. Aún no se ha concluido el pesaje de esta cosecha, pero el país tiene que llegar a 350-400, para respaldar el alto monto inversionista.

La ANAP desarrollará, en breve, un proceso de análisis con el campesinado tabacalero para explicar los esfuerzos del país en esta rama y la necesidad de aumentar los acopios de este fondo exportable.

La reunión continúa hoy, en sesión plenaria, en el Palacio de Convenciones.


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