DEPORTES

Susie Maroney

Prólogo para su próxima hazaña


Orlando Oramas León

Lo que primero fue una terapia devino luego en la inconformidad perenne, en la rutina extraordinaria de superarse a sí misma.

Además de campeona, la Maroney es una chica hermosa.

Susie Maroney comenzó a nadar a los tres años para mejorar sus capacidades respiratorias y combatir el asma. Pero las cualidades descubiertas y cultivadas la indujeron a dar cada vez más brazadas e imponerse horizontes nuevos, como el que acaba de conquistar.

La australiana volvió a escribir su nombre en el libro de las hazañas, ésta con categoría de récord mundial en mar abierto, al recorrer en 39 horas las 124 millas que separan a la isla mexicana de Mujeres de Playa Las Tumbas, en el Cabo de San Antonio, Pinar del Río.

Es por primera vez que un ser humano culmina la difícil travesía que unió a ambos países. El calificativo lo puso la propia Susie, quien debió afrontar numerosas dificultades.

Inició la travesía el sábado a las dos y media de la tarde. Un camaronero de bandera norteamericana hala la jaula en la que la atleta nada protegida de eventuales ataques de tiburones.

Junto a ella viajan su madre y dos hermanos, así como un equipo de apoyo de 16 personas, entre ellos, la tripulación del yate Anacay, cuyo capitán, el canadiense Germain Cind-Mars, expresó en estos términos su admiración por la atleta:

"Fue muy duro para ella. Llegó a Playa Las Tumbas a las cinco de la mañana del lunes, unas 39 horas en condiciones bien duras. El domingo sufrimos una tormenta tropical que duró más de dos horas, con mucho viento y oleaje. Es increíble cómo podía afrontar esas circunstancias".

La Maroney inició la prueba vestida con un traje de buceo, que mantendría la temperatura de su cuerpo y la protegería de las aguamalas. Pero al Cabo de San Antonio arribó con la trusa, pues ya el traje le resultaba muy molesto. El precio fue caro. La rubia australiana presentaba en su piel las huellas de la temida medusa.

Todavía en la noche del lunes Susie se quejaba de mareos y no era para menos. Quienes pudieran pensar que dentro de la jaula la atleta tiene la posibilidad de agarrarse y dejarse llevar, sepan que junto a las personas que están con ella, y le dan continuo apoyo, también hay dos jueces de la agrupación norteamericana All of Fame, encargados de confirmar la epopeya.

"Cada una hora nosotros deteníamos los motores durante 30 segundos, para que ella pudiera ingerir alimentos, tomar agua y un jugo muy rico en vitaminas. Y a nadar otra vez", dice el capitán del Anacay.

Susie Maroney tiene varios renglones en el libro de records Guinnes. Se trata de la mujer que mayor distancia ha nadado durante 24 horas, con 93,6 kilómetros. Ostenta el récord absoluto de natación alrededor de la isla norteamericana de Manhattan, así como la travesía más rápida del Canal de la Mancha.

Los cubanos, que ahora supimos de su llegada victoriosa, la habíamos despedido en mayo pasado en el malecón habanero, desde donde atravesó, en 24 horas y media, los cerca de 200 kilómetros del peligroso Estrecho de la Florida. Se convirtió así en el primer humano en lograrlo.

Susie parece que nos va acostumbrando a sus andadas. Lo más seguro es que una nueva meta esté cobrando ribetes de próximo reto. ¿Volverá a lograrlo


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