Toda gestión por incrementar la eficiencia debe
tener como patrón la calidad de la caña que se muele.

Pagar la caña por la calidad

Poderoso aliado de la eficiencia azucarera

A partir de esta zafra se aplicará, tras varios años de estudios e investigaciones, un sistema de pago que estimulará al productor de base a entregar una materia prima de superior calidad

JUAN VARELA PEREZ

Dadas las condiciones de hoy cualquier esfuerzo por llevar la eficiencia azucarera a sitial mayor, encontraría dificultades si la caña que la industria recibe y procesa no mejora su calidad.

Puede, incluso, modernizarse la tecnología del ingenio mediante la llamada compactación del proceso y perfeccionarse la disciplina en la operación, pero si la materia prima no responde -como ha sucedido en pasadas zafras- el avance será limitado y habrá un freno.

Ante esa realidad, el Ministerio del Azúcar creó un equipo de trabajo que tuvo la misión de investigar, acopiar informaciones, confrontar criterios, aunar voluntades y diseñar un sistema, adaptado a las características cubanas, para aplicar un mecanismo que estimule la calidad de la caña mediante el pago por su contenido de azúcar.

El ingeniero Arodis Caballero, especialista principal de calidad del organismo, explicó que se consultaron y evaluaron metodologías usadas en otros países productores de azúcar -la casi totalidad paga la caña por ese principio- y se tuvieron en cuenta experimentadas opiniones de veteranos del sector para elaborar la fórmula más aconsejable y práctica.

Podemos afirmar -apuntó- que la suma de esa variedad de ideas contribuyó a crear el clima y las condiciones para implantar a partir de la próxima cosecha, el sistema que el equipo propone a la dirección del MINAZ.

SON MUCHAS LAS VENTAJAS

Los resultados económicos y la vida han demostrado que el pago de la caña por su peso ya no tiene razón de ser, si es que alguna vez la tuvo. De los cuatro sistemas más generalizados mundialmente, el grupo recomendó, y se aceptó, el análisis que se hace con la muestra del guarapo de la primera extracción.

Es el método más sencillo y tiene a su favor tres años de estudios y valoraciones que incluyen los resultados obtenidos en los centros de recepción. Existen estadísticas que permiten conocer, por ejemplo, cuál es el grado de calidad que se recibe de cada estación de limpieza. Con esos elementos y otras indagaciones se llegó a la prueba realizada en la zafra anterior, ensayo que aportó elementos que recomendaron la introducción de algunos cambios.

La reducción de las materias extrañas (paja, cogollo, tierra...), moler la caña cuando tenga la madurez óptima, verde y fresca, puede incrementar el rendimiento industrial entre el 0,5 y el 1 por ciento que arroja un volumen de azúcar nada despreciable.

El productor cañero también será beneficiado porque el aumento de la calidad irá directamente a estimular el precio. Es decir, a más calidad, mejor precio del ciento de arrobas y viceversa.

Constituye una acción que repercutirá en beneficio de la economía de las entidades cañeras (UBPC, CPA y granjas estatales); en su rentabilidad y en la del complejo, al reducirse el costo de la tonelada de crudos, uno de los empeños fundamentales del MINAZ en este momento.

CUAL ES LA SITUACION DE HOY

El actual período organizativo es el de la contratación. Los productores cañeros tienen que firmar el documento que regirá la compra y venta de la caña con el administrador del ingenio, quien lo hace en nombre de la dirección del complejo. Lo visto hasta la fecha -asegura Caballero- evidencia que se dispone de un contrato muy superior a etapas anteriores al aparecer regulaciones y precisiones sobre la calidad que antes ni se tomaban en cuenta.

Otro paso que se da, también de significación, es el trámite final del diagnóstico. ¿Qué cosa es? Consta de una serie de 63 preguntas que son evaluadas, en la base, por una comisión provincial y cuyo abanico refleja lo que hace falta en el orden técnico para implantar el sistema y establecer el pago por la calidad. Si el central responde positivamente todas las preguntas el camino quedará expedito para la aplicación, de lo contrario se aplaza, ante lo cual se exigirán responsabilidades y continúa en vigor el sistema tradicional, o sea, pago por peso.

Pero son tantos los beneficios que representa el pago por la calidad, que nadie quiere quedarse fuera. Por eso la alta disposición que existe en las empresas para solucionar las deficiencias que puedan quedar pendientes y cumplir estrictamente lo que se está solicitando.

Los especialistas cubanos insisten en que este proceso debe ser claro y que todo el mundo sepa, digamos, cómo se toman las muestras del jugo (guarapo), las formas de análisis y un pesaje (algo fundamental) que funcione de manera precisa y exquisita con equipos verificados y reparados. Y garantizar que los "despalillos" (determinan el nivel de impureza en la caña) se realicen correctamente durante el tiempo en que opera el centro de recepción.

Una interrogante que puede surgir si se tiene en cuenta que buena parte de los centros de recepción -casi un 30 por ciento- recibe materia prima de dos o más productores. ¿Cómo se identificaría la caña de uno y de otro?

Opina el especialista principal que la presencia del centro de recepción en el esquema cañero nacional es una limitante que retardó la implantación del pago por la calidad. Mas, explica, no queda otra disyuntiva que hacer los muestreos del guarapo de la primera extracción que viene de cada centro y algunos con las características antes señalada.

Este es un inconveniente del método que debe provocar una voluntad y reacción colectivas por mejorar la calidad de la caña y en la cuantía en que esto se consiga así será el beneficio para todos los tributarios.

Afortunadamente el 70 por ciento de los centros beneficia envíos de un solo productor. Por lo tanto, en buena parte de los lugares cuando se extraiga el guarapo a la salida de la desmenuzadora, habrá seguridad en la identificación del tributario y en los resultados que éste obtenga.

Pagar la caña por su calidad transformará radicalmente la gestión de la compra-venta y eliminará los formalismos hoy presentes en la contratación. A más largo plazo eso debe provocar la búsqueda de variedades idóneas para cada lugar por parte de los productores.

En resumen, el pago por la calidad aporta más ventajas que inconvenientes.

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