NACIONALES

Alocución de Pedro Ross

Seguiremos adelante con firmeza,
seguros de nuestra razón, hasta
que se reconozca que lo único
ético es levantar el bloqueo de
modo total e incondicional


¡Trabajadores! ¡Compatriotas!

Dentro de unos minutos, cuando por esta Plaza, y por todas las plazas y calles del país, desfilen en marcha apretada, de modo libre y consciente, millones de obreros y campesinos, estudiantes y combatientes, mujeres y hombres, jóvenes y niños, les estaremos recordando al mundo que esta es la Revolución socialista y democrática de los trabajadores, y que nada ni nadie podrá despojarnos jamás de nuestra condición de dueños y protagonistas de nuestra propia vida.

Estos duros años del período especial nos demuestran, de modo muy claro, que este Estado es nuestro Estado, que este sistema político y de gobierno es el nuestro, el que hace a nuestra Patria definitivamente libre y soberana.

En épocas de crisis económica, cuando los trabajadores y los humildes en todas las latitudes soportan las peores consecuencias, en Cuba hablamos el lenguaje de los parlamentos obreros y de buscar entre todos las medidas más justas.

Cuando en otras partes se arrasa sin piedad con las conquistas, ganadas en larga lucha por los trabajadores organizados, en Cuba hablamos el lenguaje de preservar todo lo que hemos logrado: el derecho al trabajo, a la seguridad social, a la atención médica y la educación gratuitas, a la plena igualdad de la mujer, el derecho a vivir con la frente en alto, sin discriminaciones de ningún tipo, con toda la dignidad del ser humano.

¡Eso es lo que representa nuestro poder!

Las conquistas que defendemos son las que explican la disposición a seguir haciendo cualquier sacrificio y la responsabilidad de luchar al límite de nuestras fuerzas, y cada vez más, para conquistar la eficiencia, vencer las dificultades económicas que todavía nos agobian y recuperar la capacidad de desarrollo del país.

Significan, de manera muy especial, la determinación de continuar resistiendo, hasta derrotar la criminal guerra económica que nos ha impuesto por casi cuatro décadas el gobierno de Estados Unidos.

Nunca como hoy esa política imperialista de bloqueo, ese intento inhumano de aniquilar a un pueblo entero por medio del hambre y las enfermedades, se ha visto tan aislada por la comunidad internacional, ha sido tan repudiada, ha quedado tan al desnudo en su absoluta falta de moral. Sin la heroica resistencia de nuestro pueblo ello no habría sido posible. Seguiremos adelante con firmeza, seguros de nuestra razón, hasta que se reconozca que lo único ético es levantar el bloqueo de modo total e incondicional.

De la misma forma, continuaremos fortaleciendo nuestra defensa, y pondremos cada vez mayor atención al desarrollo de nuestras ideas, a nuestros principios patrióticos, socialistas e internacionalistas, al valor de nuestra identidad cultural y nuestra dignidad nacional, como barreras invulnerables contra las cuales se estrellarán todas las estrategias del imperio en sus intentos de destruirnos.

En el año en que estamos recordando el aniversario 40 de las batallas decisivas de la Guerra de Liberación, podemos afirmar que nuestros trabajadores y todo el pueblo nos empeñamos en nuevas batallas no menos cruciales que aquellas.

Como entonces, se requiere de valor, de dirección segura, y de inteligencia para lograr la victoria. Emprender el perfeccionamiento de nuestro sistema empresarial, ejecutar el programa de restablecimiento de la industria azucarera, elevar sostenidamente la producción nacional de alimentos, continuar trabajando por la calidad de nuestros servicios de salud y de educación, mejorar en todo lo posible las condiciones de vida de nuestro pueblo son, entre otros, algunos de los grandes objetivos en que hoy estamos enfrascados.

Como entonces, también, a nuestra magnífica y aguerrida juventud le corresponde un papel de primera línea en estas tareas. Ella es la que hoy, cuando nos reunimos en esta conmemoración, monta la guardia vigilante de la seguridad de nuestras fronteras, la que tiene su Primero de Mayo en los cortes de caña y en otras labores inaplazables del país.

Nos sentimos orgullosos de nuestros jóvenes, confiamos en ellos y trabajaremos cada día para formarlos mejor. Ellos no solo son el relevo hacia el futuro, son los protagonistas resueltos del presente.

Los trabajadores y el movimiento sindical cubanos no escatimaremos energías en la lucha en que estamos comprometidos. Somos parte del pueblo unido y consciente, que bajo la dirección del Partido y la guía inspiradora de Fidel y Raúl, es capaz de cualquier proeza.

Nuestros deberes dentro de Cuba, por otra parte, no nos harán olvidar nunca el deber insoslayable de la solidaridad internacional. No desmayaremos en la denuncia ni en el esfuerzo por construir un frente de los trabajadores ante la globalización neoliberal. Un día como hoy, en todo el mundo crece la ola de acciones y protestas frente a la ofensiva de la reacción. Nuestros sentimientos están allí, de todo corazón, junto a los que pelean por sus derechos. No cejaremos en el esfuerzo por lograr la unidad de acción del movimiento sindical en todo el mundo, frente al desempleo, las enfermedades, el desamparo creciente y todas las demás calamidades y males que el capitalismo arroja sobre las espaldas de los trabajadores y los pueblos.

Compañeras y compañeros:

Dedicamos este Primero de Mayo, con profundos sentimientos de admiración y gratitud, a la figura inmortal del extraordinario dirigente de los trabajadores azucareros, al gran líder proletario y comunista Jesús Menéndez. Cincuenta años se acaban de cumplir de su vil asesinato en Manzanillo, y podemos decir con orgullo que todo aquello por lo que él luchó es ya realidad. Cada cubano que hoy se encuentra en los cañaverales y centrales, cada patriota que hoy desfila en esta marcha, es un homenaje vivo a su memoria y es como un renovado juramento de seguir defendiendo a cualquier precio la causa de la independencia, la Revolución y el socialismo por la que él entregó su vida.

¡Viva el Primero de Mayo!

¡Vivan la unidad y la solidaridad entre todos los trabajadores del mundo!

¡Viva nuestra Revolución Socialista!

¡Viva Fidel!

¡Socialismo o Muerte!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!


|Home|Internacionales|Nacionales|Deportes|Cultura|E-mail|