Discos

Imprevisto

Omar Vázquez

Con una larga tradición en cuanto a agrupaciones vocales que trascendieron nuestras fronteras: el cultivo de esta forma de asumir la música -no es el único caso en estos años-, le cupo a Sampling el mérito de revalorizar las posibilidades de la voz como protagonista y de situarla nuevamente en el interés de espectadores y la crítica, incluso, no solo a capella, sino en la novedad de unir el montaje de voces con la reproducción de los timbres de los instrumentos fundamentales en la interpretación de nuestros ritmos.

El Octeto Catarsis, dirigido por Oriana Pérez, es expresión de los que descuellan entre los grupos vocales a capella en esta década. El color especial de sus voces, su armonía singular, los arreglos vocales para que acople y empaste marchen parejos, se ponen de manifiesto en el fonograma Catarsis (EGREM CD0261) que contó con la producción de María Elena Mendiola, la conocida directora sinfónica, quien en los últimos tiempos ha dedicado su interés a sobresalientes agrupaciones populares como Diapasón.

Es este, un disco "con alto nivel", que nuclea a profesionales dispuestos a acatar la batuta de una líder, Oriana, también sobresaliente mezzosoprano, pero a la vez dejar claro su placer por participar en tal empeño como este, lo que se nota es la interpretación de obras tan disímiles como Estoy hecho tierra, de Ñico Saquito, hasta Me gustas, de Rey Díaz Calvet, y Libre de pecado, de Adolfo Guzmán, pasando por excelentes versiones de clásicos del negro spiritual como Nobody knows y Old time; y un número del pop sudafricano Chona Malanga, que puede representar la carta de éxito de esta agrupación.

Tampoco faltan temas como el clásico Summertime, de George Gershwin, donde el trabajo coral alterna con el de la voz solista, con un soporte instrumental jazzístico y en el que Ruth Guerrero se destaca con su voz de contralto. Otro tanto se podría apuntar del tenor Guillermo Pérez en Chona Malanga.

Para los amantes de la buena música este disco es de audición obligada, a lo que ayudaron la dirección musical y arreglos de Oriana Pérez, y la grabación, mezcla y masterización del reputado ingeniero Jerzy Belc.