 Cinco horas de
        historia viva
          
        Pastor Batista Valdés,  
        Alexis Rojas y Orlando Guevara
        SANTIAGO DE CUBA, Ciudad
        Héroe de la República de Cuba.-Usted lo sabía,
        Comandante. Cuba y este Santiago (artesano de historia
        ayer y de méritos en todos los órdenes hoy) necesitaban
        conversar de nuevo, recordar, comparar. 
           
        Vista del acto
        efectuado en el polígono de la Ciudad Escolar 26 de
        Julio. 
        No todos tuvimos la
        "oportunidad" de Colín, esa dulce anciana
        santiaguera que tembló de dolor 45 años atrás y de
        emoción este domingo cuando su pequeño nieto Robertico
        reprotagonizó en la madrugada las acciones de aquel 26. 
         Momentos en que Fidel
        entrega a Santiago de Cuba y Ciego de Avila las banderas
        de la emulación por el 26 de Julio. 
        Quienes verdaderamente vimos luz al
        nacer, por haberlo hecho después del amanecer primero de
        1959 ("mucha gente joven", como usted mismo
        dijo aquí) necesitábamos su magistral y concatenado
        recuento, lección de patriotismo, ideología y
        política. 
         La Asamblea Provincial del Poder
        Popular de Santiago de Cuba hace entrega de una
        distinción especial a los moncadistas. 
        Insuperable ese racimo de
        coincidencias históricas que esta vez nos trajo, con la
        dignidad cubana como tallo central de tres momentos: la
        capitulación de España hace un siglo, aquella mañana
        de Santa Ana (55 años después) y las batallas decisivas
        que acuñaron pasaporte irreversible hacia estos días. 
        La ciudad tenía que convulsionar
        otra vez. Escuchar de usted que aquel 26 de Julio los
        asaltantes contaban -sobre todo- con el mismo pueblo que
        entonces no pudo ser levantado (según el plan) pero que
        la Revolución, cinco años, cinco meses y cinco días
        después, se encargó de reclutar... de qué modo y para
        siempre.  
         El equipo masculino de voleibol
        fue invitado a las celebraciones por el Día de la
        Rebeldía Nacional. 
        Porque, ¿quién -no importa su
        edad- no puede sentir a la distancia de 45 años, el
        Programa del Moncada? 
        Antes, con los billetes por
        delante, los santiagueros afortunados tenían que caerle
        detrás a un médico mientras Batista se las daba de
        protector, y ahora es un médico por 176 habitantes
        aquí, de verdad para todos, tengan -como en toda Cuba-
        más, menos o ningún dinero. 
        Entonces, "muchas gracias,
        Comandante" -como gritó Santiago- por sonreír y
        contagiar de buen humor y orgullo a todo el mundo, por
        ese mosaico de datos y realidades, por dilatarnos aún
        más la visión en torno a ese vecino poderoso y
        monstruoso (Maceo y Martí nos lo alertaron) culpable por
        acción y omisión de planes terroristas, sabotajes,
        atentados contra Cuba. 
        Pero sobre todo, gracias por esas
        cinco horas de pie física y moralmente. Irrefutable
        muestra de la salud que hay en Fidel, de vitalidad; y de
        Moncada irradiando aliento por las arterias de esta
        Revolución para largo e interminable rato. 
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