 Consejo
        ampliado del MINAZ
        Valorar de manera sistemática 
        marcha del compromiso cañero
          
        Juan Varela Pérez
        Si bien el país se sitúa en el
        comienzo del camino para rectificar y buscar la
        recuperación cañera, los estimados del 30 de junio
        pasado obligan a una presión de trabajo que no es la
        ordinaria. 
        El general de división Ulises
        Rosales del Toro, ministro del Azúcar, dedicó buena
        parte de su intervención final en la reunión del
        consejo ampliado del organismo, efectuada en San
        Cristóbal, al tema y dijo que "tenemos que ser lo
        suficientemente profesionales como para valorar, de
        manera sistemática, la marcha de nuestro gran
        compromiso". 
        Se refería a los incrementos que
        deben obtenerse a partir de la próxima zafra, año por
        año, en los volúmenes molibles. 
        Al evaluarse la situación de cada
        provincia (comparándose plan y estimado) aseguró el
        Ministro que es imprescindible un supremo esfuerzo en la
        atención a los campos de retoño, de socas (cepas de un
        solo corte) y en la siembra de frío, como una
        alternativa estratégica encaminada a cumplir el plan que
        nos hemos propuesto. 
        El logro de ese objetivo solo es
        posible si cada unidad de base (UBPC, CPA, CCS) conoce
        sus compromisos, sabe lo que tiene, lo que le falta y la
        forma de conseguirlo. 
        Concedió extrema importancia al
        papel individual del hombre y abogó por una acción
        coordinada entre todos para que cada trabajador esté
        ampliamente informado y sepa lo que le corresponde en el
        compromiso de su entidad. 
        El titular del MINAZ planteó la
        necesidad de estimular a las unidades que cumplen y
        mencionó a esas de la vanguardia productiva que
        alcanzan, en los estimados, las 100 000 arrobas por
        caballería o más. 
        Varias provincias -entre ellas
        Matanzas, Camagüey y Ciego de Avila- manifestaron, por
        vía de sus delegados, lo que hacen para solucionar el
        elevado grado de enyerbamiento que tienen sus plantíos y
        avanzar a una velocidad mayor en el surcaje y otras
        labores. 
        Técnicos que han intervenido en
        controles e inspecciones realizados en diferentes
        territorios alertaron sobre el atraso en la preparación
        de la tierra, la cantidad y calidad de las cañas
        sembradas y el nivel de eficiencia. 
        Es evidente -indicó el Ministro-
        que a las dificultades materiales y a la sequía, se les
        suman muchos problemas organizativos, falta de exigencia
        reflejada, entre otras, en la poca profundidad de los
        surcos, deficiencias en el pique y limpieza de las
        semillas, aplicación no correcta de fertilizantes y
        herbicidas, áreas de retoño mal atendidas, pocas horas
        de trabajo diario y bajo nivel de cooperativistas
        vinculados directamente a la producción cañera. 
        Al insistir en que en la
        agricultura el problema vital lo siguen siendo la
        eficiencia, la calidad y la falta de control, convocó a
        todos a una reflexión sobre cuál es el esfuerzo que
        realmente se hace, qué es necesario cambiar, modificar,
        e introducir. 
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