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Se prepara el ferrocarril
para campaña agrícolaCompromiso mínimo: tan eficiente como el año pasado. Reparan casillas en varios talleres. Seleccionadas tripulaciones para trenes directos
Emilio del Barrio Menéndez
Los trabajadores ferroviarios, sobre todo los de talleres, se encuentran enfrascados en la preparación de las condiciones necesarias para enfrentar la campaña de transportación papera de manera tan eficiente como el año pasado.
El esfuerzo es grande en los talleres de vagones y también en los de locomotoras. Muchas de ellas se han reparado en muy breve tiempo.
En 1997 corrieron en total 1 100 casillas, y lo hicieron con una rotación promedio de cuatro días, lo cual fue fundamental para que no se perdiera ni uno solo de esos tubérculos en el proceso de traslado, a pesar de las distancias entre origen y destino.
Para este año ese es el mismo objetivo mínimo, de ahí que en los talleres de Camagüey y Guantánamo sus hombres acometen labores de reparación de casillas, trabajos estos que podrán ser más profundos en dependencia de los recursos financieros disponibles.
Otros talleres, como los de Cárdenas, Matanzas y Morón, también están integrados en el plan de acondicionamiento de esos medios de carga, aunque de menor complejidad.
Es destacable que hasta el momento, las reparaciones se llevan a cabo a partir de recursos propios del Ferrocarril, los cuales provienen, fundamentalmente, de la recuperación, restauración y fabricación de piezas -en ese orden de importancia-, tales como planchas metálicas, madera, ruedas, ejes, enganches...
De igual forma ya se han seleccionado las tripulaciones que operarán los trenes directos encargados del trasiego, cuyos itinerarios se elaborarán atendiendo a la magnitud de la producción en las distintas provincias y a los destinos geográficos del tubérculo.
Cada tren directo tendrá dos tripulaciones toda vez que funcionarán 24 horas seguidas mientras dure la campaña: mientras una guía el convoy, la otra descansa en la propia formación en vagones habilitados para tales efectos.
En cada uno de esos trenes viajará un técnico con los recursos necesarios para resolver de inmediato cualquier problema factible de presentarse en las casillas durante la corrida.
Por supuesto, en el éxito operacional y económico de la campaña de transportación papera ferroviaria, juega un importante papel la organización y agilidad de la carga en los orígenes y de la descarga en los destinos.
El año pasado ese proceso funcionó como un reloj, por tanto, no hay razón alguna que impida hacerlo igual. Un dato de interés: el costo por toneladas-kilómetros por ferrocarril, a partir de 150 kilómetros, es de cuatro centavos, por camión es entre 15 y 20 centavos.
Vale la pena, entonces, organizar el máximo posible de acarreos por los caminos de hierro, siempre y cuando la relación costo-distancia así lo aconseje.