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Una mirada al 97 en el MINAL
Hizo énfasis Carlos Lage en la necesidad de establecer adecuados cronogramas en las inversiones, para que éstas no se dilaten indebidamente. Presidieron también el balance los ministros de la Industria Alimenticia y de Economía y Planificación
Iraida Calzadilla Rodríguez
Necesidad de inversiones para el desarrollo, ahorro energético, mercado en divisas, eficiencia en la administración de la empresa y control y disciplina, fueron temas centrales en la intervención final de Carlos Lage, miembro del Buró Político y secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, durante el balance anual del Ministerio de la Industria Alimenticia.
Especial énfasis hizo el dirigente en el cumplimiento de los cronogramas de las inversiones, de manera que no se atrasen las obras y el país pierda dinero por ese concepto al dejar de producir.
Planteó que cuando se inicia una obra, deben haberse estudiado detalladamente todas sus consecuencias, de forma tal que el cronograma presentado se ajuste a las necesidades y luego no se extienda indebidamente.
Señaló, en el tema de las inversiones, que los resultados son alentadores, pues a pesar del período especial, la industria alimentaria ha mejorado sus condiciones. Explicó que ello cobra importancia porque la economía en general inició la recuperación, ésta requiere de inversiones y, en la medida que crece la producción, se necesitan mantenimientos y nuevas tecnologías, garantes de calidad y competitividad.
Hoy, añadió, se puede decir que las inversiones a breve plazo o de relativa corta recuperación y de desembolsos pequeños en recursos financieros, el país está en condiciones de hacerlas, mucho más cuando se trata de mejorar un proceso productivo y elevar la calidad.
Al referirse a la industria alimenticia y la necesaria inserción en el mercado en divisas y el turismo, como vías para obtener recursos financieros que se reviertan en esa recuperación, explicó la importancia de ganar tales espacios, sustituir importaciones, evitar erogaciones de moneda libremente convertible en el exterior y la posibilidad de reanimar el resto de las industrias, todo, como elementos que van complementándose unos con otros.
Definió ese campo de desarrollo como infinito y de oportunidad para importantes crecimientos.
Los mecanismos están creados para que la divisa que entra al país estimule a la industria nacional, siempre manteniendo los niveles de calidad y competitividad, puntualizó Lage.
Otro aspecto que destacó en su intervención final fue la eficiencia en la administación de la empresa, el necesario ejercicio del control y la disciplina, en los cuales todos deben cooperar para acorralar ineficiencias, robos y desvíos de recursos.
Por último, llamó a mantener la calidad de la producción, la disciplina técnica de la industria, los programas de inversiones y mo-dernización y la búsqueda de financiamientos.
Durante el balance, presidido también por Alejandro Roca y José Luis Rodríguez, ministros de la Industria Alimenticia y de Economía y Planificación, respectivamente, se conoció que en 1997 el MINAL creció un 9 por ciento, en relación con el período precedente, con incrementos en todos sus renglones y mejoras en la mayoría de los indicadores de eficiencia económica y energética.
No obstante, aún presentan, entre otras deficiencias, pérdidas económicas en 18 empresas, así como dificultades en un grupo de entidades con elevados ciclos de cobros.
Para 1998 es propósito del MINAL incrementar la producción en valores en más de un 3 por ciento, respecto a lo alcanzado el año anterior; aumentar las entregas al sector del turismo y cadenas de tiendas; elevar las exportaciones; reducir los costos a partir de disminuir el gasto material por peso de producción en un 3%, con un 2% menos en el índice de consumos energéticos; y lograr ingresos por operaciones en divisas por unos 157 millones de dólares.