CULTURALES

Telecentros


PEDRO DE LA HOZ

Tal como la radiodifusión creó una red verdaderamente nacional que garantiza tanto las necesidades informativas como recreativas de la población a lo largo y ancho de nuestro archipiélago, la TV Cubana se propuso, a mediados de la década pasada, desarrollar estaciones regionales. En Santiago de Cuba, desde los 60, existía Tele Rebelde (luego así pasó a denominarse el segundo canal nacional), el cual en su momento trató de perfilarse como una telemisora integral (información, musicales, dramatizados, programas especiales). El fomento de los telecentros nunca se planteó con esas características; el acento principal se hallaba puesto en la cobertura del acontecer territorial, como especie de bases informativas que complementaran, de una parte, el espectro nacional y, de otra, personalizaran una propuesta televisiva destinada a cada región. La economía del país podía respaldar ese empeño e incluso proyectarlo con cierta amplitud horaria.

La situación económica de los 90 truncó el camino de expansión de los telecentros, mas no su ímpetu. Si bien es cierto que la salida al aire, para cada territorio, se limitó prácticamente a una hora al día entre semana, que la tecnología fue acusando su obsolescencia, que la escasez de recursos materiales precipitó un reajuste radical de los planes de desarrollo, el talento, la imaginación y la consagración no faltaron.

Unos con más, otros con menos, pero todos con resultados a lo largo de estos años, hoy puede hablarse de estabilidad y arraigo en el quehacer de Solvisión (Guantánamo), Tele Turquino (Santiago de Cuba y Granma), Tele Cristal (Holguín y Las Tunas), Tele Camagüey (Camagüey y Ciego de Avila), Tele Cubanacán (Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos), CHTV (Ciudad de La Habana y La Habana), Islavisión (Isla de la Juventud) y Tele Pinar (Pinar del Río).

Para pasar balance a las realizaciones del último año, representaciones de los telecentros se reúnen esta semana en Camagüey, en un Festival que permite apreciar muestras televisuales que nada tienen que envidiar a las más sobresalientes del ámbito nacional. Es más, reportajes especiales, documentales, materiales históricos, espacios de orientación cultural y de análisis deportivos producidos por los telecentros podrían perfectamente integrarse a la programación de Cubavisión y Tele Rebelde y enriquecer una trama que no siempre es la mejor. No basta con que Hoy mismo enlace a los telecentros una vez por semana, o que de manera esporádica se seleccione algún que otro material para disfrute de toda la Isla. Con el desarrollo alcanzado en el uso del lenguaje audiovisual por los telecentros, la presencia de estos podría tener una proyección mucho más orgánica y frecuente en la televisión nacional.

Al Festival de los Telecentros, en Camagüey, concurren 193 trabajos en ocho categorías, material abundante donde escoger y reconocer una labor que requiere una mayor valoración social.


|Home|Internacionales|Nacionales|Deportes|Cultura|E-mail|