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 Periodismo de guerra,
corresponsales de paz
Alberto Núñez Betancourt
En un ambiente de reposo, haciendo quizás un alto en el combate
diario, 71 corresponsales de guerra de 24 países, intercambian por estos días en La
Habana experiencias sobre decenas de confrontaciones bélicas acontencidas en lo que va de
siglo.
Testigos de la Segunda Guerra Mundial, de la lucha de Viet Nam y
otras naciones asiáticas, las gestas de los pueblos africanos y del Medio Oriente y de
hasta los más recientes conflictos regionales localizados en Europa en la década de los
90, asisten al Primer Encuentro Mundial de Corresponsales de Guerra que sesiona en el
Centro de Prensa Internacional.
Raúl Valdés Vivó, de Cuba, trajo el recuerdo de las jornadas de
heroísmo singular del pueblo vietnamita, del precio pagado por su liberación: cuatro
millones de muertos y un país devastado, por fortuna ya hoy reconstruido como lo soñó
el Tío Ho. El australiano Barry Lowe ofreció la enseñanza, a partir de su trabajo en la
desintegrada Yugoslavia, de que para tomar partido en un conflicto interno, los reporteros
tienen que ir bien informados, conocedores de antecedentes y otros muchos pormenores.
Entretanto Mariano Belenguer, de España, secundado por varios asistentes, criticó ese
periodismo de guerra que se aleja de la trinchera para hacerse en lujosas habitaciones.
Particular interés despertó el testimonio expuesto por el belga
Michel Vanderborght, quien a los 17 años conoció la brutalidad nazi y desde una
posición de resistencia ejerció el reporterismo revolucionario. Su mensaje final fue
más claro: La guerra no ha terminado, los veteranos tenemos que combatir hoy a la
extrema derecha del mundo.
El mexicano Luis Suárez, presidente de la Federación
Latinoamericana de Periodistas, FELAP, en la apertura del evento, presidida por Rolando
Alfonso, jefe de Departamento Ideológico del Comité Central, dijo que Cuba se presenta
como el mejor escenario para una reunión de este tipo, porque la contribución de sus
periodistas ha rebasado el propio territorio para llegar a sitios lejanos de Asia, Africa
y América Latina.
Momentos antes, Guillermo Cabrera, director del Instituto
Internacional de Periodismo José Martí, en las palabras introductorias significaba la
celebración de este encuentro, primero del que se tenga noticia desde el reporte inicial
de guerra efectuado en Crimea en 1854.
Ayer en la tarde tuvo lugar un intercambio entre periodistas que han
cubierto informaciones de guerra en Africa y Medio Oriente, regiones donde ha asistido un
grupo importante de profesionales cubanos. |