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 DEBATE SOBRE DERECHOS HUMANOS
La paz nuestra de cada día
Arsenio Rodríguez
La paz no necesita más palomas, necesita de ti, así de simple reza
una consigna entre los tantos afiches que adornan por estos días el Movimiento Cubano por
la Paz y la Soberanía de los Pueblos, organización que desde el lunes ha reunido a
hombres y mujeres de todos los continentes para dialogar sobre un asunto que a todos
concierne, la paz nuestra de cada día, y su vinculación con los derechos humanos, en
ocasión de la proximidad del aniversario 50 de la Declaración Universal sobre esa
materia.
Y el encuentro demuestra que resulta necesario el aporte de todos
para acabar con la falacia del gobierno de Estados Unidos, que ha utilizado el tema de los
derechos humanos como arma político-ideológica para imponer sus criterios al mundo,
porque paz no es solo la ausencia de la guerra, sino las necesarias soberanía e
independencia de los pueblos para su desarrollo económico, político y social.
Hoy culmina un encuentro que seguramente deviene revelador para
algunos, que conocían la Cuba impuesta por los medios masivos dominados por
transnacionales y que ahora descubren al país real, con sus logros y dificultades.
Algunos de ellos dieron sus impresiones a Granma:
Este encuentro en Cuba no nos sorprende, afirma Juan
Pablo Acosta, presidente de la Unión Dominicana de Periodistas por la Paz, porque
para mí, en Cuba se dio lo que yo llamo la Revolución de América. Hay países ricos que
hablan de derechos humanos sobre cosas que para nosotros son inalcanzables. Nuestros
países tienen que hablar sobre cosas viables. Lo bueno del encuentro es la coincidencia
entre todos los que luchamos por la defensa de los derechos humanos. Por eso condenamos el
bloqueo, ya que es una violación flagrante de esos derechos, además de ser inhumano e
inmoral.
Si queremos tener una paz mundial, ella solo puede
realizarse con los pueblos, señala el norteamericano Charles Mercieca, presidente de
la Asociación de Educadores por la Paz Mundial. Los pueblos deben verse como
hermanos. Las relaciones políticas entre mi país y Cuba no son buenas, pero cuando se
dice Estados Unidos, yo pregunto, ¿quiénes son los EE.UU.? ¿Un centenar de personas en
Washington? Yo soy un ciudadano norteamericano, y como yo hay millones, que somos los
Estados Unidos, y la mayoría está en contra del bloqueo.
Birgit Lindsnaes, del Centro danés por los Derechos
Humanos, tiene "la impresión de que existe una información muy amplia sobre los
derechos humanos en Cuba, y que hay muchas personas especializadas en el tema, que hacen
énfasis en su relación con los problemas económicos, la educación y la salud. Lo
primero que hay que hacer es implementar lo planteado en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, y no creo que sea sabio cambiarla. En este encuentro se ha demostrado
que se violan esos derechos en muchos países".
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