NACIONALES

Bichón Habanero, perro
de probada cubanía


ALBERTO NUÑEZ BETANCOURT

CUANDO HACE unos seis años un grupo de personas que más tarde formó un club, se dedicó por calles y hogares a la búsqueda de ejemplares de perros típicos de la raza Bichón Habanero, por encima de las razones de amor y solidaridad hacia estos animales, les animaba un acto de cubanía: rescatar nuestra única raza autóctona.

De izquierda a derecha los bichones Xochitt, Fly y Pumi, junto a Alfredo Sanz, presidente de ese Club.

Hoy, más allá del desarrollo alcanzado por los 15 clubes nacionales que integran la Federación Cinológica de Cuba, para esta entidad el reconocimiento internacional del Bichón Habanero como raza original de la Isla, significa un resultado especial.

"Durante la investigación nos encontramos con hechos interesantes" -señalan Alfredo Sanz, presidente del Club Cubano del Bichón Habanero y Rosa María Obregón, genetista del grupo. "Muchas personas ni siquiera sabían que poseían este tipo de animal, porque los confundían con Poodle. También en un mismo edificio reunimos una familia de estos animales (padres, hijos y nietos)".

"Un trabajo genético de cruzamientos diversos iniciamos a partir de los primeros identificados, y así hemos logrado una masa canina actual de 208 ejemplares, de ellos 10 campeones cubanos y 22 con Pedigree (certificado de pureza racial). Algunos reportan buenos resultados internacionales".

HISTORIA NECESARIA

Esta raza debe su nombre al vocablo Barbichón, que significa perro barbudo -argumentan los especialistas. Pero lo más distintivo es su apellido Habanero,que lo diferencia de otros perros de la familia de los bichones (el maltés, el boloñes, el frisé).

Ese apellido indica su origen cubano y en particular su nacimiento en La Habana luego del cruzamiento entre algunos del tipo Bichón llegados desde Europa en el tiempo de la colonia.

Entonces fue adquiriendo un sello particular en relación con el clima, la alimentación y la consanguinidad, hasta hacerse una raza aparte bautizada con el nombre de Blanquito de La Habana, antecesor del Blanco Cubano, de un pelo de textura algodonosa y únicamente de color blanco. El simpático perro dio lugar al bichón, luego de cruzamientos continuos con razas como el Poodle, muy de moda en la época. Así se conformó un perro más robusto que el resto de los bichones, el habanero, ejemplar que hace gala de una variedad de colores.

Es un perro pequeño que mide como promedio entre 23 y 27 centímetros de altura -apunta Rosa María. Su cuerpo es más largo que alto y termina con una cola que se alza en forma de penacho, muestra de un temperamento vivo, alegre y desenvuelto. En dos palabras, de probada cubanía.

El Bichón Habanero es capaz de reunir en su breve figura toda la gracia y animosidad del cubano. Es inteligente, bullanguero, sociable por naturaleza, aventurero, celoso guardián de lo que es suyo, fiel a su dueño...

Pienso que por la cubanía que desborda, todos debemos cuidarlo y conservarlo -añade la genetista-, porque constituye una joya de nuestra nacionalidad.

MEJORAMIENTO DE LAS RAZAS

Para María Elena Altuna, responsable de Divulgación de la Federación Cinológica de Cuba, el perfeccionamiento de las razas agrupadas en clubes es un empeño constante. "Buscamos mejorar la belleza de los ejemplares, no limitada al aspecto estético, sino básicamente dirigida a lograr un perro cada vez más cercano al standard racial. Y algo fundamental, que sea excelente en su función zootécnica: pastorear, cazar, rastrear, cuidar, acompañar..."

Cuba siempre ha tenido tradición y cultura en la crianza de perros de variadas razas, nos afirmó Reinaldo Martínez, presidente de la Federación Cinológica de Cuba.

"Fue en abril de 1911, hace 87 años, cuando se celebró en nuestra tierra la primera Exposición de Belleza Canina. Además, Cuba es fundadora de la Federación Cinológica Internacional (FCI) y para el próximo año pensamos convertirnos en miembro pleno de esa organización."

Un ejemplo fehaciente de la efectividad del trabajo genético en Cuba basado en la selección de reproductores, el cruzamiento de determinadas líneas y evaluaciones exhaustivas de las normas técnicas, es que los hijos logran superar a los padres en los rasgos fenotípicos y funcionales.

Los cinólogos afirman que desde hace unos 25 000 años el perro acompaña al hombre con una lealtad sorprendente. Este animal, primero entre los domesticados, siempre ha sido una insuperable compañía ante peligros, depresiones y alegrías. Con sobrada razón muchos le consideran el mejor amigo.


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