Un nuevo aeropuerto internacional comenzará a construirse el próximo año en Cayo Coco con los objetivos de facilitar el acceso turístico a la cayería norte de Ciego de Avila y de economizar una importante cantidad de recursos, todo lo cual se traslada directa y positivamente a la competitividad del importante polo.

La mencionada instalación, según fuentes del IACC, contará con una pista de 3 000 metros, capaz de recibir a cualquier tipo de avión de los que vuelan hoy en el mundo y durante las 24 horas del día, toda vez que será dotado con las tecnologías de ayuda a la navegación, control de vuelo, iluminación y otras más avanzadas del momento.

El aeropuerto que actualmente sirve a los turistas que tienen como destino la cayería del norte avileño en la capital provincial, dista 120 kilómetros de Cayo Coco.

Sin embargo, debido al crecimiento turístico del país, y especialmente el del polo avileño, el aeropuerto de Ciego de Avila ya está sobrecargado, lo cual puede producir incomodidades en los viajeros.

Invertir en él para ampliar su capacidad es factible; pero es más racional desde los puntos de vista económico y comercial construir un nuevo aeropuerto que se ubicará a solo siete kilómetros del área hotelera de Cayo Coco, y a 20 y 30 kilómetros de los cayos Paredón y Guillermo, respectivamente, unidos ya por pedraplenes.

En Cayo Coco existen facilidades aeroportuarias, pero limitadas por el largo de su pista -1 600 metros-; sin embargo, por razones de preservación ecológica de un área verdaderamente paradisíaca, no se puede ampliar. De ahí el imperativo de un nuevo aeropuerto en otra zona que no comprometa el futuro del medio ambiente.

En estos momentos, para trasladar a los turistas que arriban a Ciego de Avila con destino a su cayería norte, existen 500 ómnibus que deben recorrer en su viaje de ida a cualquiera de los tres cayos más de 100 kilómetros, lo cual implica, como es lógico gastos de combustible, piezas, neumáticos... en fin. A diez años vista, por ejemplo, atendiendo al impetuoso desarrollo turístico del mencionado polo avileño y del número de visitantes calculados para ese tiempo, harían falta 500 ómnibus. Solo este elemento justifica la inversión.