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 Camagüey, premios y telón
Jorge Ignacio Pérez
l cabo de diez días, aún con la sensación de confundir imágenes
y títulos de las más de 60 obras exhibidas en el festival de Camagüey, los teatristas
comenzarán a trabajar en un nuevo montaje. Así es el mundo de la creación y en el caso
de la escena teatral se cierra un ciclo de dos años cuando se regresa nuevamente a la
ciudad de los tinajones en busca de un premio.
Pero veamos cuáles han sido, desde el punto de mira de este
redactor, algunos alcances encontrados en la séptima entrega.
Como se ha dicho en estas mismas páginas, la edición recién
concluida puso a prueba un perfil excluyente de las obras no escritas en nuestro país, en
lo que a la competencia se refiere. ¿Si bien esto supone un recorte de la muestra y por
ende la realización de un festival menos costoso, materialmente hablando, acorde con los
tiempos que corren, es totalmente válida la opción trazada?
Según la opinión de Vivian Martínez Tabares, teatróloga,
perfilar así el evento resulta una limitación desfasada con los conceptos actuales de la
dramaturgia en el mundo. El teatro moderno, dice, está considerando a la dramaturgia como
un todo escénico, más allá de un texto en el que se dibujan los personajes y se narra
una trama. La puesta en escena puede derivar en otras intenciones que no sean precisamente
las del autor, e incluso se habla de la dramaturgia del actor de acuerdo con su
idiosincrasia y rasgos físicos. ¿Acaso, sobre una misma obra de Shakespeare, no
resultarían diferentes un montaje realizado en Cuba y otro en Gran Bretaña?, pregunta
Vivian.
Algo así sucedió con Baal, de Brecht, cuya puesta
en escena, a cargo de Carlos Celdrán, participó en esta edición fuera de concurso. El
montaje, dirigido especialmente a los jóvenes, está vuelto a contextualizar y se ve la
mano del director armando su propia dramaturgia a partir de un clásico universal.
En teatro para niños y en otro orden de cosas, el Guiñol de Santa
Clara, acaba de marcar un importante acontecimiento en la historia titiritera cubana. Con El
porrón maravilloso, obra escrita por Rogelio Castillo y dirigida por Allán
Alfonso, el títere de marioneta adquiere una dimensión mayor al verse implicado en la
dramaturgia de una obra escrita para actores. La marioneta, según explicó el
investigador Freddy Artiles en uno de los coloquios de la crítica, en nuestro país
siempre se ha visto en revistas musicales o desde espectáculos en los que el manipulador
aparece ante el público. Sin embargo, para el montaje con retablo de El
porrón... se escogió esta difícil técnica con poca tradición en nuestro
país.
Siempre quedan obras por comentar en la brevedad de un espacio
periodístico, pero sería injusto dejar de reconocer la buena organización del séptimo
encuentro de las tablas, caracterizado por la profundidad no solo de la mayoría de los
espectáculos vistos, sino además de los espacios teóricos. Y algo para destacar:
¡Apenas hubo cambios en la programación!, amén de lo difícil que es ajustar en tiempo
las entradas y salidas de decenas de grupos a la provincia. Ha sido una positiva
experiencia que en resumen consolida el movimiento teatral y lo provoca en pos de la
creación.
PREMIOS DEL VII FESTIVAL
Puesta en escena. Obra dramática: Compartido entre José Milián
por Si vas a comer, espera por Virgilio, Nelda Castillo por El
ciervo encantado, y Julio César Ramírez por La casa vieja.
Puesta en escena para niños: a Allán Alfonso por El porrón maravilloso,
y a Ariel Bouza y Julio César Ramírez por Sácame del apuro. Mejor
texto dramático: a José Milián por Si vas a comer, espera por Virgilio.
Mejor texto para niños y jóvenes: a Norge Espinosa por Sácame del apuro.
Mejor diseño escénico en obra dramática: a Nelda Castillo por El ciervo
encantado. Mejor diseño escénico para niños: a Allán Alfonso por El
porrón maravilloso. Mejor música original: para niños a Alberto Torrecilla por
el El porrón maravilloso, y para obra dramática a Enrique Jaime y José
Milián por Si vas a comer... Actuación: femenina para niños a Dania
García por su personaje en El porrón maravilloso, y a Celeste del Pozo
por Sácame del apuro. Masculina para niños a Rodolfo Cruz
por Cuando vuelan las mariposas y Ariel Bouza por Sácame del
apuro. Femenina en obra dramática a Míriam Muñoz por Edith, y
a Deysi Sánchez por La casa vieja. Masculina en obra dramática a Waldo
Franco por Si vas a comer... |