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El bloqueo es la violación más grave, masiva y sistemática de los derechos humanos de nuestro pueblo
Expresó el canciller Roberto Robaina ante la Comisión de Derechos Humanos
GINEBRA, 20 de marzo (PL).-Una contundente denuncia al bloqueo norteamericano contra la Isla, fue expresada esta tarde por el canciller de Cuba, Roberto Robaina, ante el 54 período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
"Por el primer derecho humano, que es el derecho a vivir como humanos, Cuba seguirá luchando, resistiendo y venciendo todo el tiempo que sea necesario", expresó hoy aquí el diplomático cubano en una intervención calurosamente acogida por muchos representantes de gobiernos y organizaciones no gubernamentales.
El jefe de la diplomacia cubana, en su discurso de unos 30 minutos, escuchado con una atención general poco común en estos foros, advirtió que no hay que dejarse engañar "por recientes y aparentes flexibilizaciones" de esa guerra de desgaste económico, y cuando menos psicológico, que dura ya cuatro décadas, y que -insistió- no admite flexibilización alguna, que no sea el cese total.
Robaina dijo que Estados Unidos no sólo ha hecho oídos sordos a los reclamos de su país, sino que, en abierto desafío a la comunidad internacional, ha adoptado nuevas medidas de este tipo, de marcado carácter extraterritorial e injerencista, encaminadas a reforzar el bloqueo, mientras aseguró que los cubanos se sienten orgullosos de su democracia, que se sustenta en la participación directa del pueblo.
Al señalar que este año la comisión sesiona en medio de las festividades por el aniversario cincuenta de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el político cubano señaló que pudiera ser, efectivamente, motivo de celebración por todo lo alto.
"Sin embargo -añadió-, ni los mayores oropeles, ni ríos de champán ni un festival de vanos halagos, serían el homenaje que merece este documento universal, si a las necesarias salutaciones no las acompañamos con la imprescindible necesidad de meditar e intercambiar sobre la esencia misma de la Declaración y los derechos humanos, a la luz de las actuales circunstancias."
Robaina afirmó que en este medio siglo millones de personas murieron en el mundo, sin haber podido cumplir los mismos 50 años, y sin saber siquiera que había un documento universal que debía protegerlos.
Por ello, según el criterio de Cuba, a la vez que se reconozca el alcance de la Declaración, debe trabajarse por el desarrollo de una Carta Internacional de Derechos Humanos para el nuevo milenio, donde se vean reflejados todos los seres humanos de los 185 estados miembros de la ONU, en el actual contexto de globalización indetenible.
También a juicio de Cuba, según el Canciller, luego de cinco años de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena, si bien se han aplicado algunas de sus recomendaciones, los retos y las principales metas allí planteados, siguen siendo una asignatura pendiente que a todos compete.
En clara alusión a dos importantes documentos que Estados Unidos no ha ratificado, el diplomático cubano apuntó que "no se ha alcanzado la anhelada y justa meta de la ratificación universal de la Convención sobre los Derechos del Niño, prevista para 1995, como tampoco cumpliremos similar propósito en el año 2000, con respecto a la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer".
Y en el mismo sentido, señaló que no se podrá hablar de una real cooperación internacional en materia de derechos humanos, mientras ésta siga siendo afectada por la manipulación política, "digámoslo con claridad: el más peligroso fundamentalismo de la época actual, proviene de los intentos de los países del Norte de imponer su modelo de desarrollo político, económico y social a los del Sur".
Al respecto, y parafraseando una conocida frase del escritor uruguayo Mario Benedetti, el Ministro de Relaciones Exteriores cubano aseguró que "el Sur también existe, y, por sobre cualquier otra cosa, tiene todo el derecho a exigir que se respete el derecho ajeno que es la verdadera paz".
También existen -dijo- y claman por sus derechos pisoteados los millones de mendigos, los desocupados, las mujeres y niños maltratados y explotados, los indígenas y las minorías nacionales, que malviven al sur de aquellas opulentas sociedades que se autodefinen como modelos de democracia y derechos humanos.
Varios momentos de la intervención del Canciller cubano atrajeron particularmente la atención y hasta sonrisas y comentarios de los presentes, muchos de los cuales acudieron luego al escaño de Cuba a manifestar su simpatía y solidaridad con lo expresado por el Ministro.
Uno de esos momentos fue, cuando al referirse a un proverbio africano, que dice que mientras los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador, Robaina afirmó: "felices los leones, que al menos tienen glorias ocultas, porque los pobres, los débiles y los desposeídos de este mundo, perdieron desde siempre el derecho a contar su propia historia, y no saben de otras glorias que no sean las de sus propios cazadores".
Al referirse a las campañas diseñadas para tergiversar la realidad de su país, y sin mencionar por su nombre la reciente visita del Papa a Cuba, ampliamente divulgada por la prensa internacional, Robaina dijo que el mundo pudo descubrir un poco de la verdadera Cuba, "esa Cuba que ama, trabaja, sueña, baila, y quiere vivir en paz".
Agregó que en los propios Estados Unidos cada día se hacen mayores las denuncias y el desafío abierto a la irracionalidad del bloqueo contra Cuba, sin embargo, "mezquinos intereses de unos pocos, pero muy poderosos sectores económicos y políticos de ese gran país, parecen seguir siendo el muro principal, ante el que se estrella cualquier decisión razonable respecto a Cuba, y también a los propios Estados Unidos".
Retomando las palabras del Papa, el Canciller cubano afirmó: "nuestro país, no le quepa dudas a nadie, se sigue abriendo al mundo con sus magníficas posibilidades, pero -agregó- con la misma dignidad y apego a sus irrenunciables principios de siempre".
Robaina dijo que la cubana era una sociedad maravillosamente imperfecta, donde las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos y los mismos deberes; una sociedad donde los niños son la primera preocupación del Estado, y donde todos los ancianos tienen derecho real a una vejez digna y segura.
Para ejemplificar sus palabras, el Ministro apuntó que en el presupuesto del Estado, aprobado por el Parlamento cubano, se destinó este año cerca del 70% de los gastos, a la salud pública, a la educación y a la seguridad y asistencia social, al tiempo que mantuvo, para la defensa y el orden interior, los mismos niveles del año pasado.
Cuba, según informó Robaina, cuenta hoy con un médico por cada 169 habitantes, y un maestro por cada 42 cubanos, y la mortalidad infantil alcanzó 7,2 por mil nacidos vivos en 1997, mientras la esperanza de vida rebasa ya los 75 años. "He ahí algunas de nuestras magníficas posibilidades, las mismas que constatan día a día los miles de turistas, empresarios, y otros visitantes que recibe el país", enfatizó.
"No necesitamos migajas disfrazadas de ayuda humanitaria, no pedimos perdones imperiales a cambio de concesiones de principios, no aceptamos chantajes, imposiciones, ni condicionamientos de ningún tipo, vengan de donde vengan, concluyó."