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DEPORTES |
En la madeja mundial
¿Brasil o Cuba?
ALFONSO NACIANCENO
Sustanciales cambios cualitativos han experimentado los encuentros Cuba-Brasil desde la primera vez en que estuvieron net por medio, durante la Liga Mundial de voli 1991.
Aquella escuadra auriverde de principios de década perdió en las cuatro ocasiones que enfrentó a los cubanos, en desafíos de ida y vuelta en Sao Paulo y La Habana. Apenas hubo un resultado 3-2, pues el resto de los choques concluyeron 3-0 y 3-1.
Así, holgada, comenzó esta cuenta que hoy día ha visto reducida esa ventaja de los caribeños, pues está 9-8 y los auriverdes han ascendido hasta el segundo peldaño del ranking de la Liga, con 228 puntos, por encima de los 211 de Cuba, ubicada en la tercera plaza. Italia liderea la relación avalada por 256 unidades.
El salto de calidad más sorprendente de los sudamericanos ocurrió en 1992. Eliminados de la final en la Liga, los muchachos del entonces entrenador José Guimaraes se aparecieron en los Juegos Olímpicos de Barcelona-92 para llevarse nada menos que la medalla dorada, ante los ojos de un atónito equipo Italia, visto como favorito por todos.
Era la época de esplendor de Marcelo Negrao, el pasador Mauricio Lima, Giovane Gavio, Antonio Gouveia, Alexandre Samuel y Paulo Silva, por solo mencionar a las figuras primordiales de aquella formación, que en ese 1992 superó 3-2, en dos oportunidades, a los antillanos en la semifinal de Génova.
Todavía recordamos con agrado los duelos a remate limpio entre Negrao y Joel Despaigne, excapitán de nuestra escuadra, como también era respetable la magia impregnada en los pases por Lima y Raúl Diago. Dos elencos muy parecidos en la fortaleza de sus ataques, aunque los auriverdes reciben y defienden mejor.
Después de no verse las caras en la Liga-93, cuando Brasil ganó el oro, al año siguiente hubo un triunfo por bando; en 1995 abrazo a 2 y en 1996 Cuba solamente le arrancó una victoria a sus adversarios, frente a tres derrotas. En la final de Moscú-97, los alumnos de Juan Díaz dominaron 3-0.
Tras caer a la quinta plaza en las dos últimas ediciones de la Liga, los brasileños dieron muestras de recuperación al obtener oro en la Copa de Campeones, el año pasado en Japón. Allí relegaron al segundo peldaño a Holanda, titular de Atlanta-96, evento en el que nuestra selección tricolor concluyó tercera.
Una presea de plata en el Campeonato Mundial de 1982, dos cuartos lugares en 1986 y 1990, así como quinto en Atenas 1994, son los mejores resultados de Brasil. En Juegos Olímpicos, además del oro barcelonés, ostenta la plata de Los Angeles-84, fue cuarto en Seúl-88, quinto en Moscú-80, séptimo en Montreal-76 y octavo en Munich-72.
Sus balances históricos, superiores a los de Cuba en lides olímpicas y mundiales, hacen que los sudamericanos vayan a la vanguardia de América y también figuren entre los primeros del planeta.