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NACIONALES |
1998: Por lo que hemos
sido y seguiremos siendo
SUSANA LEE
No hay como consagrarse a su país con desinterés para ser dichoso.
-JOSE MARTI
ACABA DE comenzar el nuevo año y todavía resuenan vibrantes las últimas palabras de Fidel casi a las 10 de la noche del lunes pasado en el Carlos Marx: Aunque no seamos más que un granito de arena, pequeños como somos al lado de los gigantes que dominan al mundo, la historia nos verá como montañas que fueron capaces de resistir, quizás a modo de mensaje a todo el pueblo a poco de caer la última hoja del almanaque de 1997. Porque eso hemos sido y seguiremos siendo.
Todavía se recuerdan las emocionadas palabras de ese "compendio de comunista experimentado" que es José Maceo, nieto del León de Oriente, que esa misma noche nos diera una inolvidable lección de patriotismo aplicada a las tareas y batallas que tenemos por delante, desde la que ya estamos desplegando con vistas a las elecciones del próximo día 11 para lograr el máximo de asistencia a las urnas, que el voto se ejerza con calidad, y que se demuestre una vez más la férrea unidad de nuestro pueblo mediante el voto unido por todos los candidatos.
El nuevo año nos abre sus puertas con el espíritu revolucionario multiplicado, por lo que hicimos en 1997, por lo que hemos sido capaces de lograr juntos en estos tiempos complejos y difíciles del período especial, y por los grandes retos que se nos avecinan, en circunstancias no menos complejas y difíciles, pero con la seguridad de que sí podemos asumirlos y salir adelante porque desde 1994 iniciamos el camino de la recuperación económica frente a los más inimaginables obstáculos.
Cada uno de estos últimos años nos ha ido enseñando a ser mejores, a aprovechar mejor los recursos de todo tipo... aunque distemos mucho de estar satisfechos y estemos más conscientes que nunca de que es muchísimo más lo que podemos lograr y de que es en nosotros, en nuestras propias fuerzas, donde están las reservas principales para consolidar cada peldaño de esa recuperación imprescindible para desarrollarnos; y esas reservas, como se ha reiterado una y otra vez, se basan en la eficiencia, en la real posibilidad de alcanzarla o aproximarse a ella, en cada lugar,en cada actividad.
Y hay muchas y crecientes pruebas de que desde este mismo 1998 podemos empezar a hacer realidad ese propósito clave al que Fidel nos convocara en el V Congreso del Partido, de que las cosas que allí se presentaron como ejemplos, se puedan exponer en el próximo Congreso como una práctica generalizada en el país.
Nuestro pueblo, nuestra Revolución y nuestro Partido lograrán realizar la inmensa proeza histórica no solo de vencer al imperio en el campo de las ideas, no solo vencerlo en sus planes de destruirnos, sino de garantizar una Revolución inspirada en los más nobles y humanos objetivos, que no se detenga nunca, que no pueda destruirla nadie; una Revolución y un Partido que se garanticen a sí mismos para cumplir sus deberes en el presente y en el futuro.
-FIDEL