INTERNACIONALES

Ricardo Alarcón habla para Granma

La lucha de los cubanos
por la independencia
siempre fue idéntica
a la lucha por la justicia


NIDIA DIAZ

Quizás cuando subió al avión aquel día de 1965 para asistir junto al canciller Raúl Roa a la apertura del nuevo Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, no pudo imaginar que esa estancia le depararía una prolongada permanencia en Estados Unidos.
Un año después, y por 14 consecutivos, Ricardo Alarcón estaría al frente de la Misión Cubana en Naciones Unidas lo que lo convirtió en una de las voces más autorizadas en el análisis histórico de las relaciones cubano-norteamericanas.
Razón suficiente para que en esta significativa fecha le solicitáramos, en medio de las múltiples tareas que ocupan todo su tiempo como Presidente de nuestro Parlamento, ofrecer para los lectores de Granma sus apreciaciones sobre temas relacionados con el centenario de la primera intervención militar yanki en la Isla.
1998 es una fecha propicia para recordar los orígenes del diferendo histórico entre Cuba y Estados Unidos. ¿Podría usted señalar sus causas y algunos de sus momentos más críticos?
Lo que se llama el diferendo entre Cuba y Estados Unidos, en la etapa contemporánea, se evidencia claramente a partir del 1ro de Enero de 1959, cuando ellos acogen desde el primer momento a los batistianos que escaparon de Cuba hacia ese país.
Es bueno recordar que ellos no arrestaron, procesaron ni devolvieron a ninguno como hubieran tenido que hacer en virtud del tratado de extradición que existía en esos momentos, comenzando por Rolando Masferrer que salió en una embarcación sin visa norteamericana y que después se dedicó a continuar allí sus actividades terroristas y gansteriles.
Es anterior incluso a cualquier medida revolucionaria. Ellos hacen lo que era coherente, que fue seguir estando al lado de los batistianos, que era un régimen de ellos, que era parte de la intervención norteamericana de 1898.
Después, en mayo de 1959, cuando se promulga la ley de Reforma Agraria entra en una fase más compleja, más abierta, Estados Unidos se opone a la nacionalización de los grandes latifundios norteamericanos y cubanos y empieza desde ahí la confrontación diplomática, política, ellos no aceptan la forma de compensación que Cuba había establecido en esa ley para los afectados por la referida legislación y el resto de la historia es conocida.
Ahí comienzan los primeros pasos de la guerra económica que no es sólo el bloqueo, éste lo establecerían con medidas legislativas posteriores, pero comenzaron reduciendo la cuota azucarera, suprimiéndola, etc., prohibiendo la refinación del petróleo que importábamos de la URSS.
Ahora, en realidad si hablamos de un diferendo histórico entre Cuba y los Estados Unidos su origen verdadero está en el comienzo de la propia historia de ese país. Se remonta a los primeros momentos de aquella república y a nivel de su presidente Jefferson que lo estableció y dijo que era un propósito agregarnos a lo que eran las primeras trece colonias que se independizaron.
A lo largo del siglo XIX va a ser esa la línea que estará presente en la actitud de los gobiernos estadounidenses. En un período anterior a la guerra civil norteamericana los estados sureños, que eran estados esclavistas, quisieron agregarnos por nuestra condición de colonia esclavista y favorecieron la anexión hasta con intentos armados que llegaron a nuestras costas desde aquel territorio.
La prueba de que esa tendencia anexionista era mucho más profunda lo muestra precisamente el hecho de que continuó después de la guerra civil norteamericana donde los estados sureños esclavistas fueron derrotados, y cobró nueva fuerza cuando impedían a toda costa la lucha de los patriotas cubanos contra España, persiguiendo a los patriotas emigrados, impidiéndoles la organización de actividades de apoyo a quienes habían iniciado la Guerra de los 10 Años.
Carlos Manuel de Céspedes tuvo la gran virtud de darse cuenta de eso, incluso de explicárselo a la emigración cubana y establecer claramente que ésta tenía que trabajar para conseguir la solidaridad del pueblo norteamericano pero nunca confiar en el gobierno.
Es cuando él afirma que el secreto de la política norteamericana es apoderarse de Cuba.
Posteriormente Martí, con una genialidad tremenda, explica que aquel secreto de la política norteamericana consistía en trabajar de una forma tal que Cuba siguiese en manos de España hasta que Estados Unidos pudiese apoderarse de ella. En una carta a Gonzalo de Quesada él describe esa política como una muestra de la "maldad más fría", de lo que se trataba era de esperar el momento en el que sin grandes riesgos apoderarse de Cuba.
Ese fue el 1898, el momento de gran oportunismo en que se apoderaron de Cuba, la realización de aquel secreto, de aquel cálculo cínico. España no podía conservarnos pues sólo controlaban el lugar donde se paraba el soldado español.
¿Por qué Cuba? Porque junto con Puerto Rico son las dos colonias que quedan separadas del movimiento emancipador de América continental por su condición insular y por otra razón, en nuestro caso muy específica, que es la esclavitud.
Ese tema y la actitud frente a la esclavitud y la integración de la nación cubana es lo que va a estar en el corazón mismo de las luchas de los cubanos, cuando va naciendo la nación.
Los esclavistas serían la base social del anexionismo; a diferencia de otros países en el continente, en Cuba hubo un sector de la sociedad que aunque no era mayoritario, era una parte sustancial de los cubanos más poderosos que se opusieron a la independencia, que buscaron unirse a los Estados Unidos cuando era el sur esclavista el que podía ayudarlos y desde la posibilidad de mantener un régimen basado en esa forma de explotación brutal del hombre por el hombre.
La lucha de los cubanos por la independencia siempre fue idéntica a la lucha por la justicia. No se concebía un movimiento independentista en Cuba, genuino y verdadero, que no se propusiera al mismo tiempo acabar con la explotación del hombre por el hombre. Eran consignas y juramentos que hacían los cubanos desde que en las logias se reunían para conspirar contra España.
La lucha no era sólo por separarse de España, la historia de las luchas independentistas cubanas desde aquella época hasta el final consiste en extender la guerra y llevarla hasta occidente, donde estaba la base del latifundio esclavista, que era donde estaba la base del anexionismo de aquella época.
Desde Céspedes hasta Maceo. Recuerden a Gómez cuando llega a occidente y al ver la tremenda injusticia entre una minoría enriquecida y las masas de desposeídos y explotados dice: yo empecé la guerra buscando la liberación del negro, del esclavo; pero ahora me he dado cuenta de que hay la esclavitud blanca, la esclavitud de la miseria y al ver eso digo "bendita sea la tea incendiaria".
Por eso es que desde aquella época se da en Cuba una revolución con características muy propias. Aquí no fue sólo la obra de un grupo de aristócratas altruistas, aquí no podía ser sólo así, van a ser negros, mulatos, gente de pueblo los que dirigen la guerra.
Esa es realmente la historia de la Revolución Cubana, por eso es que decimos que esta es una sola, que no ha habido diferencia ninguna desde el primer momento. Una Cuba independiente sólo puede existir en una Patria basada en la igualdad entre los seres humanos. Ese fue el descubrimiento de los hombres de La Demajagua y hoy es una verdad completa.
¿Cómo se relacionaría lo anterior con la hostilidad de las diversas administraciones norteamericanas contra la Revolución Cubana?
No sé hasta qué punto estudiaron historia los funcionarios de esas administraciones pero creo que, en el fondo, han actuado como si aún vivieran en el pasado siglo. Aunque sea una perogrullada habría que hacerles saber que 1998 no es 1898. Entre ambas fechas hay cien años de luchas y sobre todo la realidad de la victoria definitiva de los cubanos. Una profunda ignorancia -junto a la prepotencia que suele acompañarla- es lo que puede explicar el empecinamiento de quienes insisten en hacer algo que nadie respalda y que está condenado al fracaso.
¿Cuáles son, a su juicio, las perspectivas de las relaciones cubano-norteamericanas?
Cuba será siempre lo que es hoy, un país libre, independiente y socialista y algún día Estados Unidos tendrá que admitir esa realidad.
En lo inmediato seguiremos resistiendo y luchando y continuaremos avanzando pese a todos los obstáculos de los imperialistas. Nuestros enemigos persistirán en su guerra económica y también en el terreno de la propaganda y la ideología. Pero ellos estarán cada vez más aislados incluso en los propios Estados Unidos.
La agresión contra Cuba fracasará irremediablemente. Ante todo porque jamás podrán dividir y someter a nuestro pueblo. Ya los cubanos demostramos que podemos resistir exitosamente y marchamos por el camino irreversible de la recuperación económica. Aquí nadie está dispuesto a ser esclavo ni a vender la Patria. Entre todos sabremos salvarla y hacerla cada vez más digna y más hermosa.
Tampoco pueden dominar al mundo ni obligarlo a sumarse a su política contra nosotros. En los propios Estados Unidos se ampliará el círculo de los que se oponen a ella.
La combinación de esos factores conducirá inevitablemente a la derrota de quienes tratan de destruirnos.

 


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