| DEPORTES |
1997 invita a pensar
en el futuro
OSCAR SANCHEZ
Tal vez acostumbrados a los grandes éxitos o al protagonismo de algunos nombres la imagen del deporte en 1997 pudiera quedarnos distorsionada. Sin embargo, fue un gran año para la alta competición, y a la vez resultó un alerta a quienes tienen la responsabilidad de mantener al país en la privilegiada posición internacional.
¿POR QUE UN GRAN AÑO?
Pocas naciones del planeta pueden llegar hoy a un resumen similar. Cuba intervino en 28 torneos de carácter mundial de los cuales sacó 70 medallas, repartidas en 29 de oro, igual cantidad de plata y 12 de bronce. Alcanzó las mejores ubicaciones en la historia de sus participaciones en citas del orbe en canotaje al lograr plazas de cuarto, quinto y sexto; gimnasia artística con el octavo lugar de Erick López en el concurso múltiple y en velas donde se accedió a un quinto puesto.
Los de la categoría juvenil tuvieron ocho justas mundialistas con saldo de 13 preseas (6-4-3).
Razones de peso para la satisfacción resultaron la recuperación del atletismo tras sus éxitos en las reuniones universales de París (bajo techo) y de Atenas (aire libre) y sus actuaciones en las Universiadas o las selectas lides de Grand Prix; el desarrollo de la esgrima, que ya no es solo el florete masculino el que brinda alegrías, pues sumó a la espada con sus conjuntos femenino y masculino; la natación que amplió su gama de posibilidades también al estilo libre, mientras el taekwondo confirmó sus pretensiones después de su primera incursión en grande al salirse con un sexto escaño del mundo con solo dos deportistas.
Es difícil comparar a 1997, como inicio de cuatrienio con su similar de 1993. Sería falsa la confrontación. Hace cuatro años fueron solo ocho los certámenes mundiales por 28 ahora, y además, aquél tuvo características atípicas al incluir a los Juegos Centroamericanos y del Caribe en su calendario, lo cual hizo centrar la preparación en ese mitin. De manera que los más de 40 premios de ventaja que tiene 1997 no deben ser motivo de gozo si de cotejar se trata.
Por último, Cuba conquistó preseas en eventos de primer nivel en más de 10 disciplinas, algo también muy difícil de mostrar en el mundo actual.
¿POR QUE UN ALERTA?
El mundo ha evolucionado vertiginosamente e introduce con celeridad un alto desarrollo científico técnico, lo mismo para la consecución de un récord, una medalla, que la organización de competencias múltiples. La actualización en este aspecto es vital.
No es nuevo el profesionalismo, que además del lastre mercantil, convierte a las competencias en círculos de alta maestría deportiva. Observarlo es también estar atento y enfrentarlo en el terreno competitivo, en la medida de las posibilidades y hasta tanto no vaya en contra de los principios del deporte revolucionario, es prepararse para vencerlo, aunque la máxima de todo lo que seamos capaces de hacer en casa es lo más válido, prime en la estrategia.
En ese mismo capítulo tendrán que comenzar a jugar un papel determinante los campeonatos nacionales, los cuales en la medida que se acerquen a su función social como espectáculo a la población (algunos están bien lejos), podrían brindar un decisivo y nada despreciable aporte a la preparación del deportista. En otras palabras, mientras mejores torneos a domicilio no solo crecerá la cantera (atletas de perspectivas), sino que las figuras de elite estarán obligadas a ser más certeras en sus puestos.
Decisiva es también la compenetración y la defensa de objetivos comunes en todos los escalones del alto rendimiento. Lamentablemente hay ejemplos de distanciamientos, incluso en deportes donde hoy somos potencia. La archiconocida frase en la unión está la fuerza, no es solo una consigna, porque está de sobra probado el impacto negativo que consigue el enemigo con su divide y vencerás.
En materia de objetivos hay que colimar bien lo que se pretende. En ocasiones, se exigen cotas altas en cualquier escenario, las mismas a alcanzar en la cita cumbre y como se trata de hombres sometidos a un alto rigor físico, no llegan a rendir lo que esperamos en la justa máxima.
Y hay que estar alertas, pues la situación económica pese a los impulsos de los últimos dos años, todavía requiere de grandes esfuerzos y demanda eficiencia, aunque el deporte no sea precisamente un "alumno desaplicado" en ese sentido, pues ahí están, en los años más difíciles del período especial, los resultados más relevantes.
El porqué del alerta se refiere básicamente a un aspecto. A lo que se convoca hoy es a hacer más que lo alcanzado con menos. Ese es el reto.